Hice los preparativos de boda con la amenaza de la endometriosis aún no resuelta del todo tras la operación, el tratamiento con Ginecrin Depot tenía tantos efectos secundarios que pedí a mi gine de abandonarlo. Entonces me recetó Primolut Nor, unas pastillas de progesterona, cuando terminara cada caja, me vendría una regla más floja y, cuando el periodo me pasara, tenía que tomarme la siguiente caja y así sucesivamente. Me casé y me fui de viaje de novios a Venecia con la cajita de Primolut Nor en la maleta. Cuando volví a Barcelona le dije a mi marido que quería dejar el tratamiento, pero me lo impidió. Seguí otro año más con las pastillas y visitándome una vez al mes, la visita consistía en exploración y ecografía para controlar que los quistes no se disparasen y se hiciesen grandes de nuevo y tuviera que operarme otra vez. Vivía con el miedo en el cuerpo, pues pensaba que la solución sería quedarme embarazada, pero el tratamiento contra la endometriosis impedía la búsqueda del embarazo.
Así que, dos años después de la operación me planté, abandoné la clínica, el gine y dejé la medicación y, por mi cuenta y riesgo, busqué otro especialista. Me costó unos meses dar con la doctora que creyó en mí, se puso en mi lugar nada más explicarle mi historia y me dijo que estaba dispuesta a dejarnos 6 meses para buscar el embarazo, sin medicación, pero debería hacerme controles ecográficos en visitas mensuales. Si los quistes de endometriosis crecían, debería someterme de urgencia a una FIV con un doctor en reproducción asistida que estaba en su misma clínica. Acepté el reto. Quizás no lo conseguríamos, pero bien merecía la pena intentarlo. A cada mes que me bajaba el periodo, me entristecía...Hasta que el quinto mes la doctora me propuso ya pedir hora para el médico en reproducción asistida y asentí.
El doctor era muy amable, se miró todo mi historial, escuchó nuestro relato y nos pidió dos pruebas antes de programar la FIV. Por una parte, un análisis de cariotipos (patrón cromosómico, en la foto), que, en definitiva, es un análisis genético para saber si entre mi marido y yo había compatibilidad genética, además de descartar si podíamos padecer alguna enfermedad genética hereditaria. Este análisis es costoso económicamente hablando, pero dura de por vida. Por otra parte, el futuro Papá Rosquillas se realizó un seminograma o espermiograma, un análisis de su calidad de semen y movilidad de espermatozoides, que determinara si era apto para donar la muestra para la FIV o debíamos, en caso negativo, acudir a un banco de esperma. Ambos análisis salieron favorables, así que sólo hacía falta esperar a que me viniese la seguiente regla para llamarles y programarnos la FIV.
Pero aquel mes llegó el día 28 y no apareció ni rastro de regla, el día 29, el 30...dos semanas después, sin periodo, decidí llamar por teléfono a mi doctora y explicárselo. Me dijo que esperase una semana más y comprase el test de embarazo en una farmacia y que, tras el test, la llamara, tanto si había resultado positivo como negativo. Aquella semana y media se me hizo eterna, la regla sin aparecer, pero yo no me notaba síntomas de embarazo, es más, había días que presentaba síndrome premenstrual.
Llegó el día y decidimos ir juntos a la farmacia a por el test. Oriné y esperé en el lavabo encerrada, como había visto tantas y tantas veces en las películas (el cine hasta en esos momentos, soy tan friki...). Mi marido esperando fuera en la habitación de al lado, para no ponerme aún más nerviosa de lo que ya estaba. Entonces miré y vi "dos rayitas" y le llamé para que también mirase, no si acaso lo hubiese visto yo mal. Nos abrazamos y nos besamos, lloramos así juntos un buen rato. ¡Era increíble, tras años de sufrimiento, se había obrado el milagro!
Llamamos a la doctora y me dijo que a las 8 semanas, o sea, al cabo de tres semanas más me había pedido eco con la obstetra de la clínica. Sería la primera eco donde sabríamos si el pequeño Rosquis tenía latido y el embarazo seguía adelante. Tras tres semanas larguísimas, por fin llegó el día, y volví a estallar en lágrimas al oir, por primera vez con el doppler, su latido.
La primera parte de mi historia la puedes leer en: http://animalitostuyyo.blogspot.com.es/2015/11/busqueda-del-embarazo-1-parte.html
Aqui me tienes con la lagrimilla colgando...
ResponderEliminarFelicidades wapa te lo mereces!
Ay, que no quería que llorase nadie...Muchas gracias, Bea, qué maja eres! :-) besitos!
EliminarVaya historia la tuya, tu si que puedes decir en mayúsculas EL QUÉ LA SIGUE LA CONSIGUE. Eres una valiente!!! Petonets
ResponderEliminarSí que lo puedo decir, sí, pero no es valentía, es intentar adaptarse a las circunstancias y tirar para adelante con lo que uno tiene. besitos y gracias, Sara!
EliminarQue historia más emocionante Sonia!!! Me alegro de que al final todo saliera bien!!!
ResponderEliminarMi mundo entre pañales
Cuando la he releído escrita por primera vez, me ha dado un poco de vértigo. Muchas gracias, Sandra y besitos!
EliminarMenuda historia la tuya Sonia! Pero bueno, lo positivo de todo es que al final todo fue bien y tienes a tu pequeño Rosquis con vosotros.
ResponderEliminarBesos guapa!
Sí, fue duro, pero es una historia con final feliz, por suerte! Muchas gracias por comentar, Ana! besitos!
EliminarPrimero... Muchísimas felicidades por ese final feliz.
ResponderEliminarSegundo... Eres muy valiente y tu historia ayudará a otras mujeres a no sentirse solas ni perdidas.
Tercero... Yo tenía síntomas premenstruales cuando me quedé embarazada y solo supe que lo estaba por el molesto ardor de estómago que me acompañó durante todo el embarazo.
El momento en que escuchas el corazón de tu bebé a través del aparatejo ese es taaaan único. Yo me puse a temblar de la emoción! :)
BESOTES
Muchas gracias, ayudar no sé si ayudará, pero hay una compi blogger que me ha contado la suya y otra por MD, así que no me siento ya tan sola. Yo no tenía ardor de estómago al principio, no fue hasta los 3 meses que tuve algunas náuseas y vomité un par de veces. Sí, es un momento emocionante el latido, ay! besitos Patri!
EliminarAyyy que me he emocionado y todo!!! Qué historia! !! Muchas felicidades por esa family que pronto voy a conocer, VALIENTE! 😙😙😙
ResponderEliminarPues vaya, os he emocionado a todas, no era mi intención...muchas gracias, Nerea! No lo soy, soy una superviviente, jajaja. besitos!
EliminarMe has tenido en vilo pegada a la pantalla, que momento de la prueba se me ha puesto piel de pollo! Wow! Me alegro que después de todo la historia tuviera un final feliz! El momentazo latido yo tb lo tengo grabado como si hubiera sido hoy mismo!
ResponderEliminarEs que le he dado suspense al tema porque resumir tantos años de incertidumbres en 2 posts era tarea muy complicada, la verdad. Muchas gracias, Mony! Ese momento latido es de lo más bonito que recuerdo del embarazo. besitos!
ResponderEliminarAy cómo me gustan las historias que terminan bien! Para mi uno de los momentos más especiales de mi vida fue cuando escuché por primera vez el corazón de Brutote porque no me lo esperaba, el sonido más bonito del mundo 😳
ResponderEliminarUn beso😘
Por cierto, soy Mamá K, de mamaseescribeconk.com, que no puedo comentar con mi usuario 😥
Pues sí, qué sonido tan impactante el de oir el corazón de tu hijo por primera vez y saber que dos corazones laten en un solo cuerpo, es de una emoción infinita. Muchas gracias por comentar, Keka! besitos!
EliminarAy madre , que historia Sonia y que nervios cuando iban pasando los mese...Al 5º cuando ya parecia que nada!! Me imagino vuestra emoción al ver las rayitas rosas!! Besitos
ResponderEliminarPues la verdad es que fue tremendo, casi de shock, no nos lo esperábamos y se obró el milagro, ¡qué suerte tuvimos! Muchas gracias, Montse y besitos!
EliminarQue bonito, al final lo conseguisteis! Una historia preciosa con un final de cine :)
ResponderEliminarMuchas gracias, Laura! Si que lo fue, con final feliz :-) besitos!
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