DONA PINCHANDO LA IMAGEN DE #SomosLaLeche

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miércoles, 29 de abril de 2015

BARRA LIBRE Y OBJETOS DE DESEO DOMÉSTICOS

Tener que vigilar a un niño de 15 meses tan movido y activo, es complicado. Y más cuando estás sola en casa, o bien tu pareja está atendiendo otras tareas domésticas. Intentamos que Rosquis corra arriba y abajo libre y sin restricciones, eso sí, le cerramos la puerta de los baños, la cocina y nuestro dormitorio, como zonas prohibidas, pero el resto de la casa está a barra libre para que entre, salga, juegue, explore, encuentre, investigue, mire, toque...


Esta semana, le hemos vaciado el mueble-mesa de la televisión con el único objetivo de que no tirase cables, mordiese carátulas o saliese corriendo con un altavoz en la mano, eso cuando no manipulaba mandos a distancia, disparando el volumen del televisor, cambiando canales o subiendo hasta límites insospechados la temperatura del aire acondicionado. Le chiflan todo aquellos artilugios que tengan teclas y botones para morder, tocar y manipular, parece que la tecnología y los objetos multimedia son sus bienes más preciados en esta casa, esos botones, esas teclas mágicas, ¡qué tendrán!. Hace un tiempo tuvimos que desconectar el teléfono porque estaba todo el día marcando sin parar, lanzándolo al suelo y enredando con los cables.


Mientras estaba escribiendo este post, se ha abalanzado sobre la pantalla del ordenador y la ha aporreado de tal modo, que me lo ha borrado todo. En unos segundos adiós al trabajo de la última media hora. ¡Pobre de mí, mala previsora, que no había grabado el texto! A modo de precaución, ahora no sólo lo guardaré cuando tenga unas escasas líneas, sino que también me lo enviaré vía e-mail, por si acaso, "madre precavida vale por dos". La única máquina doméstica que le angustia es el iRoomba. Es ver el aspirador limpiando al lado de su trona y no quitarle el ojo de encima, con una mezcla de miedo y desconfianza total.

Pero no sólo de tecnología vive Rosquis, sus otros juguetes preferidos son los recipientes vacíos, sean botellas de agua de litro y medio o bien botellines pequeños de muestras de jabones. Si le das dos garrafas vacías le haces el bebé más feliz del mundo. ¡Hay que ver cómo disfruta corriendo y paseando recipientes por casa! Sacar zapatos, bambas, hormas de zapato y manipular cajas era otra de sus aficiones hasta que decidimos cerrarle el mueble zapatero para que no pudiese abrirlo más.

A menudo nos preguntamos para qué tiene tantos juguetes si se entretiene con el objeto más simple e insignificante. Incluso la alcachofa de la ducha le sirve para experimentar, quitándole la arandela...¿Es necesario acumular tantos juegos? ¿O se puede estimular la creatividad y la imaginación de los peques con los objetos cotidianos?

¿Prohibís la entrada a vuestros peques en alguna estancia de la casa? ¿Vuestro hijos buscan alternativas domésticas a los juguetes? ¿O se entretienen con sus juegos?

martes, 28 de abril de 2015

PIJAMAS DE PRIMAVERA DE BABY BOL

En el #mamáterecomienda de hoy os quiero hablar de pijamitas. Con la primavera se hacía esencial un cambio de pijama, dejar atrás los gruesos y cálidos terciopelos y comprarle pijamas de algodón. Cuando era pequeño y Rosquis necesitaba cambios de pañal más a menudo, era esencial que los pijamas tuviesen corchetes en la parte de delante para que fuese lo más rápido y cómodo tanto para nosotros como para el pequeño, que no toleraba nada bien que se le quitase y pusiese la ropa. Ahora que se ha hecho un bebé mayor y que se las ingenia todas, los corchetes de la zona del pañal sirven como un juego más para que se los desabroche o bien con la mano o frotando un pie contra el otro. Acababa sacándose los dedos y terminaba con todas las piernas al aire.



Por ello mismo, buscaba un pijama que cumpliese varios requisitos:

-Corchetes en la espalda.

-Manga larga.

-Pantalón largo con pies cerrados.

-Fresco y cómodo.

-Muy fino, pues en Barcelona las noche primaverales ya son bastante calurosas.


-Resistente, que aguante bien las múltiples lavadas, que no se descosan las costuras a la primera, ya que los pijamas son de una sola puesta y ya van a la ropa sucia.

Todos estos requisitos los encontré en los pijamas de Baby Bol, una marca catalana, de Barcelona concretamente, con 37 años de experiencia en moda infantil, desde 1978 (¡qué casualidad, desde el año que yo nací!) están vistiendo a numerosas generaciones de bebés y niños. Cabe decir que no se dedican sólo a ropa de cama, sino que tienen un amplio catálogo de ropa para los más peques de la casa. De hecho, uno de sus conjuntos de recién nacido con gorrito a juego que compramos era de la marca Baby Bol. En relación calidad-precio-variedad son estupendos.

Os dejo su página web, por si os interesa echarle un vistazo: http://www.babybol.es/es/coleccion

¿Conocéis Baby Bol? ¿Cómo os gustan que sean los pijamas de vuestros peques?


(Nota: No es un post patrocinado)

miércoles, 22 de abril de 2015

RUNNER EXPLORADOR CON AIRES DE REBELDÍA


Hace unos días os hablaba que Rosquis es más expresivo con la comunicación no verbal que con el lenguaje, pues bien, me gustaría contaros su mayor habilidad: El desarrollo psicomotor. A los 8 meses gateaba tan rápido que se metía por los lugares más insospechados, debajo de las mesas, de la cama...A los 9 meses y medio comenzó a ponerse de pie con la ayuda de los muebles más bajitos y también se apoyaba en mis rodillas cuando estaba sentada para ponerse en pie y se desplazaba lateralmente. A veces, se caía de culete, pero se volvía a agarrar y otra vez, ¡arriba! En aquella época, cuando le subíamos a un columpio, comenzó a sujetarse con sus manitas para no caerse y, aún sin fuerza para columpiarse, daba pataditas en el aire, con salero y gracejo.

A los 10-11 meses ya tenía la técnica de levantarse y desplazarse lateralmente bastante perfeccionada y su gateo se hacía cada vez más veloz. Sólo faltaba que se arrancase a dar sus primeros pasos. Hace unos días os hablaba que Rosquis es más expresivo con la comunicación no verbal que con el lenguaje, pues bien, me gustaría contaros su mayor habilidad: El desarrollo psicomotor. A los 8 meses gateaba tan rápido que se metía por los lugares más insospechados, debajo de las mesas, de la cama...A los 9 meses y medio comenzó a ponerse de pie con la ayuda de los muebles más bajitos y también se apoyaba en mis rodillas cuando estaba sentada para ponerse en pie y se desplazaba lateralmente. A veces, se caía de culete, pero se volvía a agarrar y otra vez, ¡arriba! En aquella época, cuando le subíamos a un columpio, comenzó a sujetarse con sus manitas para no caese y, aún sin fuerza para columpiarse, daba pataditas en el aire, con salero y gracejo.

A los 10-11 meses ya tenía la técnica de levantarse y desplazarse lateralmente bastante perfeccionada y su gateo se hacía cada vez más veloz. Sólo faltaba que se arrancase a dar sus primeros pasos. A veces, cuando se ponía de pie, lo sujetaba de las manos e intentaba que caminase, pero estiraba hacia abajo y se sentaba al suelo como si aquello no fuera con él. Bueno, aún le quedará un poquito para dar sus pasitos, pensaba.

Una tarde fuimos a "Defensa para tus bichos", una charla con la Dra.Amalia Arce, mientras las madres estábamos atendiendo, había montado para los peques un parque infantil con juegos y unas monitoras que los vigilaban. Entonces me di cuenta que una de ellas le ponía en pie y daba unos tímidos pasitos....Si lo había hecho allí, sin la ayuda y presencia mamá y papá, bien podría repetirlo en casa. Así pues, los días sucesivos nos dio por probar y Rosquis, erre que erre, venga a bajarse al suelo y no querer dar ni medio paso adelante. ¿Qué sucedía? El fin de semana, después de comer, fue él el que se puso en pie y, entonces, aprovechamos para cogerle de las manitas y, cuál fue nuestra sorpresa, que no sólo ando unos pasitos, sino que lo hacía más rápido que nosotros, agarrado de nuestras manos, eso sí´¡Cómo se nos adelantaba! Luego lo probamos en el parque y también caminaba, aunque le costaba un poquito más, quizá por el desconocimiento del terreno y sentirse sin la seguridad que tenía dentro de casa.

Al cabo de 15 días de estas primeras pruebas de aprendizaje, se sintió más seguro, pues ya no pedía ir de la mano. Y comenzó a caminar por su cuenta, tenía ya 12 meses. Caminaba poquito, parecía que enseguida se cansaba e iba con las piernas muy abiertas, como si fuese un vaquero que se hubiese bajado del caballo, era realmente muy curioso verle. Poco a poco se fue soltando y no había aprendido a caminar que ya estaba corriendo por el pasillo, con las piernas semiarqueadas a bastante velocidad. Esto fue ya con 13 meses. Y al comenzar a correr, aumentaron los peligros, todo lo quería alcanzar, cualquier rincón era susceptible para ser explorado.

Aparte de caminar y correr tanto en casa como por el parque, ahora con 15 meses, comienza a meterse por debajo de las mesas y sillas, incluso aunque le pongamos una barrera de muebles por delante para que no acceda a algún lugar peligroso, él consigue escabullirse y logra llegar a donde quiere. Muchas veces mueve sillas y levanta mesitas pequeñas, volcándolas. Nos recuerda, en menor escala, a aquellos hombretones del País Vasco que levantan piedras sin nada de esfuerzo. Otros experimentos son encender y apagar interruptores, incluso girar algún pomo de puerta que está más bajito y al que llega poniéndose de puntillas. Incluso ha llegado a trepar del suelo al sofá o ponerse de pie en nuestra cama y llegar a tocar el cabezal.

A los 15 meses podemos decir que es un explorador todoterreno, un runner de fondo, al que no se le puede sacar la vista de encima. Más ágil que nosotros y más rápido, nos obliga a tener más reflejos que él para que no alcance objetos peligrosos, siempre un paso por delante, hay que estudiarle y anticiparse a sus movimientos. No conoce el miedo, ni el peligro, ni la dificultad. Para Rosquis todo es posible y apto para ser inspeccionado.
Y lo más curioso es cuando consigue algo, mira desafiante, con las manos detrás de la cintura, y con aire de rebeldía, entre James Dean y John Travolta en sus años de "disco", porque sabe que es el centro de atención y le gusta mucho presumir.

¿Cómo son vuestros peques? ¿Tranquilos o movidos y difíciles de controlar? ¿Saben estarse quietos?

miércoles, 15 de abril de 2015

PRIMERAS PALABRITAS Y COMUNICACIÓN NO VERBAL


Soy una persona muy habladora y siempre he soñado en qué momento y qué palabras diría mi bebé. Cuando tenía 5 mesecitos le oímos balbucear por primera vez. Era de noche y estaba en su cuna y repetía sílabas, "ta-ta", "ba-ba"...Lo más curioso de todo es que lo hacía en voz alta y muy rápido, como si tuviese una primera conversación. Estuvo varias noches en que se le oían esas primitivas charlas imposibles. A Papá Rosquillas y a mí nos hacía mucha gracia, pensábamos que pronto se arrancaría a decir alguna palabrita con más o menos sentido.

Pasaron los meses y las sílabas quedaron estancadas y suspendidas, parecía que aquel primitivo lenguaje era sustituido por una cada vez más expresiva comunicación no-verbal y por grititos de palabras sin sentido, Rosquis se acercaba al año de vida y parecía que hablara chino: "wei-wei-wei, poi-poi-poi", repetía incesantemente.

Comenzó a dar sus primeros pasos y cada vez a caminar más, correr, meterse por los rincones más estrechos a la par que extraños de la casa, pero no decía gran cosa ya, parecía que le interesaba más explorar sus recientes adquiridas habilidades motoras que por empezar a decir sus palabrillas. Aunque un buen día, se arrancó con sus primeras palabras: "Caca" y a todo le llamaba así. Desde que se levantaba hasta que se acostaba cuando tenía que nombrar algo exclamaba ¡¡¡CACA!!!!. De momento, nada de mama y papa, todo era una inmensa caca...Poco a poco, ha ido ampliando su repertorio de vocablos, y además de "caca", ahora dice "papa" (a casi todo lo que se encuentra y no sólo a Papá y a Mamá) y también "teta" o "queca", que para él significa lo mismo. Como veis, no dice gran cosa, aunque repite algunos de estos vocablos hasta la saciedad.

Eso sí, su comunicación no verbal -que en los seres humanos representa el 65% del total de la comunicación- es poderosísima. Cuando quiere que le acompañemos a caminar, te busca la mano y te la agarra y estira hasta que no le hacemos caso...y pobre de uno si no va con él, ¡se pone a refunfuñar sonoramente y a gruñir incluso! También empieza a señalar con el dedo todo lo que le llama la atención y entonces aprovecho para nombrarle las cosas: "luz", "cuadro", "mesa" para que así vaya familiarizándose con lo que hay en casa, por ejemplo. Nos hace gracia cómo mueve la manita a modo de saludo -aunque eso sí, cuando le viene en gana, no precisamente cuando querrías que saludara-.

Cuando agarra un trocito de comida con la mano, se la pone en la boca y, a menudo, la vuelve a sacar y nos la ofrece. Al decirle: "es mandarina, es para tí", echa una sonrisa de aprobación y se la mete en la boquita comenzándola a masticar. Es muy curioso también cuando se enfada, agita las dos manos bien abiertas hacia ambos lados, a la vez que grita sonoramente, es lo que nosotros le llamamos "¡what the fuck!, pues parece que esté renegando con mucha mala bava.

Y no sólo se expresa con la manitas, con la boca también hace pedorretas, o bien ruiditos, como si lanzase besitos al aire. En definitiva, cada vez se hace más expresivo y divertido, se hace entender con multitud de pequeños gestos y señas, y para ello utiliza todo su cuerpecito...¡No sabéis la habilidad que tiene de subir los piececitos a modo de escalador por las piernas de papá y mamá para que le cojamos en brazos!

Hablando con la pediatra, me comentaba que a los 18 meses -es decir, dentro de 3 meses- tendría que manejar 5 ó 6 palabras de manera habitual. La verdad es que ya tengo muchísimas ganas de que pronuncie la palabra mágica: "MAMA", pues sólo lo ha hecho de manera casual y alguna vez, incluso entre lágrimas. Pero....¿y si dentro de 3 meses aún no maneja un sencillo vocabulario? En casa, somos bilingües y le hablamos indistintamente en castellano y catalán...¿Puede ser que por expresarnos en dos lenguas vaya a tardar más en arrancarse a decir algunas palabritas?
¿Cuándo empezaron vuestros peques a hablar? ¿Cómo recordáis ese momento mágico de llamar a MAMÁ con todas sus letras y significado?

domingo, 12 de abril de 2015

HIPP BIOLÓGICO, UNA MARCA DE CONFIANZA PARA LA ALIMENTACIÓN DE LOS PEQUES

Rosquis es un bebé de 15 mesecitos recién cumplidos un poco sibarita con la comida. Está acostumbrado a tomar purés hechos en casa, apenas ha probado ningún potito ya preparado, excepto de frutas, en muy contadas ocasiones.Incluso cuando vamos fuera, sea a casa de los abuelos o al restaurante, le hemos llevado un tarrito con comida o merienda casera. Por ello, cuando vi que Madresfera ofrecía la oportunidad de probar una serie de alimentos para bebés de la marca Hipp, no sabía si solicitarlos. Mis dudas fueron disipadas al consultar por internet sobre la marca Hipp y ver que llevaban 50 años como marca líder de alimentación infantil y además, elaborada de manera totalmente ecológica, lo que es un respiro y una garantía nutricional para los padres que queremos siempre la mejor calidad para alimentar a nuestros pequeños.



En nuestro lote venían 4 productos:

-1 potito de verduras y arroz con pollo
-1 potito de manzana y plátano con galletas
-1 zumito de plátano y manzana
-1 botella de agua mineral sin gas multifruta.


A continuación, voy a analizar nuestras impresiones al probar cada uno de los productos (las de Rosquis y las de nosotros sus papás, que también los hemos probado, claro está), además, voy a completar los parámetros para la valoración que nos propone Madresfera.



El primero que le dimos a Rosquis, fue el de fruta para merendar y nos quedamos sorprendidos de su buena acogida, se lo comía con afición y abriendo bien la boquita, se notó que le gustaba. Apenas tiró nada ni se manchó y dejó muy poquito. En definitiva, que tuvo bastante éxito y aún más teniendo en cuenta que a Rosquis no le gusta demasiado el plátano, nos ha costado meses que lo aceptara en la papilla y a trocitos nunca lo ha querido.
Acerca de los aspectos a valorar de la marca propuestos por Madresfera:

-"Como hecho en casa" (Naturalidad): Se aprecia más triturado que los purés hechos en casa y no me parece tan natural, aunque sí que se nota hecho con mimo y con buenos ingredientes. Por lo tanto, lo puntúo con 3/5.
- "Huelen y saben que alimentan" (Sabor y aroma): El olor y el sabor nos parece el de una combinación entre frutas y pastelito, pues es dulce, pero sin llegar a ser empalagoso. Tienen un sabor especial y por ello, lo puntúo también con 3/5.
- "Como le gustan a mi bebé" (Apetitosidad): Como ya os comentaba, se lo comió con mucha afición y apenas dejó. Así que, en este caso, lo punto 5/5.



En otra ocasión, le dimos a beber un poquito de agua sin gas multifrutas. He de comentaros que Rosquis no es muy aficionado a beber agua, quizás porque es un bebé lactante todavía y el único zumito que bebe es el de naranja,. Así pues, se nos planteaba un reto, ya que no sabíamos como reaccionaría ante una bebida que no es agua, ni zumo, ni teta. Lo cogió y probó un sorbito, sólo un sorbito y nada más y comenzó a jugar con la botella, moviéndola arriba y abajo a modo de maraca. Le insistimos, pero ya no quiso beber más. Y se lanzó a correr por casa con el botellín como si fuese un juguete nuevo.

En cuanto a los parámetros:
-"Como hecho en casa" (Naturalidad): Es agua con un poquito de zumo para darle un poquito de gracia y ser más bueno y divertido para los peques, pero no me resulta muy natural. Le puntúo 2/5.
- "Huelen y saben que alimentan" (Sabor y aroma): No aprecio demasiado olor y el sabor me parece estar bebiendo agua con manzanita al horno. Está bueno, pero me resulta un poquito soso. Le puntúo 3/5.
- "Como le gustan a mi bebé" (Apetitosidad): En Este caso, Rosquis no le hizo apenas caso a la bebida, un sorbito de compromiso sin más, pero es que él tampoco está acostumbrado. Le puntúo 2/5 porque, al menos, sí que lo cató.



Lo siguiente que probamos fue el potito de verduras con arroz y pollo: A mediodía, Rosquis suele comer tras una breve siesta a media mañana, se despierta con buen humor y suele tener buen apetito. Y fiel a su línea, le gustó mucho, se lo comió con bien de ganita, abriendo la boca, sin hacer mucho el "guarrete". Hacia el final, pensamos que se cansaba, pero lo que quería era levantarse de la trona y ponerse en pie. El último tercio del potito se lo comió de pie, pero no dejó nada. Fue un éxito total.
-"Como hecho en casa" (Naturalidad): Desde nuestro punto de vista, es el potito más natural de todos los que hemos probado. Se aprecia bien triturado (por lo que irá bien a los bebés más peques o a los que tienen mal de dientes), con una textura muy fina y delicada. Le puntúo 5/5.
- "Huelen y saben que alimentan" (Sabor y aroma): Es el más bueno, la mezcla de sabores entre verduras con arroz y pollo es adecuada, se nota que no lleva nada de sal, lo que es de agradecer. Lo puntúo 5/5.
- "Como le gustan a mi bebé" (Apetitosidad): A Rosquis le gustó mucho, tanto como los que le preparamos en casa. Lo puntúo 5/5.


Lo último que probamos fue el zumo de manzana y plátano: Se lo dimos una tarde antes de la merienda en su taza. La verdad es que nos quedamos bastante sorprendidos del éxito que tuvo, no se lo acabó, pero bebía con muchas ganas y sólo lo dejó para mirarnos con una gran sonrisa, por lo que vimos que sí que le había gustado. Así pues, puede ser un complemento a una merienda para una tarde calurosa de primavera-verano, ahora que necesitan más líquidos porque se suda más. Así quedan las valoraciones:


-"Como hecho en casa" (Naturalidad): Es un zumito bastante bueno, si te gusta la manzana dulce. Le puntúo 4/5.
- "Huelen y saben que alimentan" (Sabor y aroma): Tiene un sabor muy dulce, donde predomina la manzana por encima del plátano. Lo puntúo 4/5.
- "Como le gustan a mi bebé" (Apetitosidad): A Rosquis le gustó mucho más de lo que esperábamos, teniendo en cuenta que apenas prueba los zumos y sólo parecía gustarle el de naranja natural. Lo puntúo 5/5.


En definitiva, que Hipp Biológico, con su amplia gama de productos variados para la alimentación del bebé, obtiene nuestro #SelloDeCalidad. Nos ha convencido la marca. Si no podemos hacerle algún día la comida casera, Hipp nos ofrece una alternativa de confianza.

¿Qué os ha parecido Hipp Biológico? ¿Les ha gustado el lote a vuestros peques?

martes, 7 de abril de 2015

PURELÁN: LA CREMA AMIGA DE LA LACTANCIA Y DE LA PIEL SECA


En el #mamáterecomienda de hoy, invitada por www.aprendiendoconjulia.com, os quiero recomendar un producto que me compré antes de tener a Rosquis porque ya pensaba que era un imprescindible en el botiquín de cualquier madre que tenga intención de dar el pecho a su bebé: Purelán, de Medela. Se trata de una crema hecha a base de lanolina. ¿Y qué es eso la lanolina? Es una "sustancia grasa de color amarillo blancuzco, que se obtiene de la lana del cordero o del carnero y de los caballos, y se emplea en farmacia y cosmética como excipiente por la facilidad con que es absorbida por la piel".

La verdad es que viendo la composición y su textura tan compacta, densa, aunque inolora, me daba un poco de reparo utilizarla. Y la verdad es que no la he necesitado hasta hace bien poquito. Ahora Rosquis con 15 meses ya tiene 8 dientes y le están despuntando las muelas, y claro está que me ha propinado algún mordisco que otro en los pezones para tratar de aliviarse y, como consecuencia, se me han hecho grietas.

Purelán funciona estupendamente, aunque es más densa que la cera de las abejas y puede costar un poco de extender, pero así no gotea en absoluto. Tiene como ventaja que no necesita ser retirado cuando el bebé ha de mamar, pues es un producto completamente natural. Asimismo, no sólo se emplea para aliviar las grietas de los pezones, sino también para reparar la piel reseca y dañada, tanto del cuerpo de la mamá como del bebé, pues resulta muy hidratante y reparadora. Así pues, nunca es tarde para usar Purelán, la crema "amiga" y facilitadora de la lactancia y que, además, tiene bastantes propiedades dermatológicas.

¿Conocéis Purelán? ¿La habéis necesitado?

miércoles, 1 de abril de 2015

LA SEMANA SANTA DE ROSQUIS


Semana Santa es un tiempo de vacaciones, de comenzar a llevar la manga corta, de ir al lugar de vacaciones estivales, de remojarse en la playa o en la piscina, de tomar el sol a la orilla del mar o en la montaña, de desempolvar el bañador o bien aprovechar para hacer la última esquiada de la temporada...Pero Semana Santa es un tiempo de recogimiento, de rememorar la muerte y resurrección de Nuestro Señor, de pasos, de procesiones, de saetas y de lamentos, de capirotes y de comer pescado...

Esta Semana Santa ha comenzado con un viacrucis, la primera enfermedad de Rosquis con sus casi 15 meses de vida, pues hasta ahora apenas se había constipado y sus mayores dolencias habían sido los cólicos (de bastante recién nacido), gases o bien mal de dientes y todo lo había superado bastante bien. Tampoco las vacunas le habían hecho ninguna reacción hasta el momento.

Creíamos que Rosquis era un superguerrero, que daba el esquinazo a todos los virus, resfriados, etc...y que la teta de Mamá Rosquillas era su salvación y protección suprema. Pero llegó la madrugada del domingo al lunes, después de estrenar su ropita y su palma el Domingo de Ramos y se mascó la tragedia...Rosquis gritaba y cuando Papá Rosquillas lo puso en la cama para que mamara, estaba ardiendo...¡Menudo susto nos llevamos! Suerte que teníamos a mano Apiretal -sin estrenar aún-. Aquella mañana le fuimos dando y decidimos llevarle a dar un paseo, se durmió una siesta larguísima (de casi dos horas) y cuando por fin despertó para comer dos horas más tarde de lo habitual...Comió con bien de ganita y, al irle a poner el termómetro, vimos que estaba a 39,2º, le dimos Apiretal y...¡la gran vomitada! Ni cortos ni perezosos, cogimos el coche y a Urgencias por primera vez...La verdad es que iba muy preocupada, mucho más que Papá Rosquillas, que demostraba su temple habitual. La pediatra que lo visitó enseguida detectó lo que tenía, otitis y que estuviéramos en casita hasta que le bajara la fiebre.

Nada de parque, nada de paseos, nada de nada, ni que lo sacáramos a hacer la compra a la vuelta de la esquina. Rosquis sigue con fiebre, pero afortunadamente, no ha pasado de 38,5º ya...No obstante, nuestra Semana Santa será de encierro, recogimiento y tranquilidad...No sé hasta cuando durará...¡Aprovechad el sol y el buen tiempo los que podáis! De momento, en esta casa, es la fiesta del Dalsy.

PD: disculpadme la redacción, mis pensamientos no están claros por el cansancio, la preocupación...