miércoles, 22 de abril de 2015
RUNNER EXPLORADOR CON AIRES DE REBELDÍA
Hace unos días os hablaba que Rosquis es más expresivo con la comunicación no verbal que con el lenguaje, pues bien, me gustaría contaros su mayor habilidad: El desarrollo psicomotor. A los 8 meses gateaba tan rápido que se metía por los lugares más insospechados, debajo de las mesas, de la cama...A los 9 meses y medio comenzó a ponerse de pie con la ayuda de los muebles más bajitos y también se apoyaba en mis rodillas cuando estaba sentada para ponerse en pie y se desplazaba lateralmente. A veces, se caía de culete, pero se volvía a agarrar y otra vez, ¡arriba! En aquella época, cuando le subíamos a un columpio, comenzó a sujetarse con sus manitas para no caerse y, aún sin fuerza para columpiarse, daba pataditas en el aire, con salero y gracejo.
A los 10-11 meses ya tenía la técnica de levantarse y desplazarse lateralmente bastante perfeccionada y su gateo se hacía cada vez más veloz. Sólo faltaba que se arrancase a dar sus primeros pasos. Hace unos días os hablaba que Rosquis es más expresivo con la comunicación no verbal que con el lenguaje, pues bien, me gustaría contaros su mayor habilidad: El desarrollo psicomotor. A los 8 meses gateaba tan rápido que se metía por los lugares más insospechados, debajo de las mesas, de la cama...A los 9 meses y medio comenzó a ponerse de pie con la ayuda de los muebles más bajitos y también se apoyaba en mis rodillas cuando estaba sentada para ponerse en pie y se desplazaba lateralmente. A veces, se caía de culete, pero se volvía a agarrar y otra vez, ¡arriba! En aquella época, cuando le subíamos a un columpio, comenzó a sujetarse con sus manitas para no caese y, aún sin fuerza para columpiarse, daba pataditas en el aire, con salero y gracejo.
A los 10-11 meses ya tenía la técnica de levantarse y desplazarse lateralmente bastante perfeccionada y su gateo se hacía cada vez más veloz. Sólo faltaba que se arrancase a dar sus primeros pasos. A veces, cuando se ponía de pie, lo sujetaba de las manos e intentaba que caminase, pero estiraba hacia abajo y se sentaba al suelo como si aquello no fuera con él. Bueno, aún le quedará un poquito para dar sus pasitos, pensaba.
Una tarde fuimos a "Defensa para tus bichos", una charla con la Dra.Amalia Arce, mientras las madres estábamos atendiendo, había montado para los peques un parque infantil con juegos y unas monitoras que los vigilaban. Entonces me di cuenta que una de ellas le ponía en pie y daba unos tímidos pasitos....Si lo había hecho allí, sin la ayuda y presencia mamá y papá, bien podría repetirlo en casa. Así pues, los días sucesivos nos dio por probar y Rosquis, erre que erre, venga a bajarse al suelo y no querer dar ni medio paso adelante. ¿Qué sucedía? El fin de semana, después de comer, fue él el que se puso en pie y, entonces, aprovechamos para cogerle de las manitas y, cuál fue nuestra sorpresa, que no sólo ando unos pasitos, sino que lo hacía más rápido que nosotros, agarrado de nuestras manos, eso sí´¡Cómo se nos adelantaba! Luego lo probamos en el parque y también caminaba, aunque le costaba un poquito más, quizá por el desconocimiento del terreno y sentirse sin la seguridad que tenía dentro de casa.
Al cabo de 15 días de estas primeras pruebas de aprendizaje, se sintió más seguro, pues ya no pedía ir de la mano. Y comenzó a caminar por su cuenta, tenía ya 12 meses. Caminaba poquito, parecía que enseguida se cansaba e iba con las piernas muy abiertas, como si fuese un vaquero que se hubiese bajado del caballo, era realmente muy curioso verle. Poco a poco se fue soltando y no había aprendido a caminar que ya estaba corriendo por el pasillo, con las piernas semiarqueadas a bastante velocidad. Esto fue ya con 13 meses. Y al comenzar a correr, aumentaron los peligros, todo lo quería alcanzar, cualquier rincón era susceptible para ser explorado.
Aparte de caminar y correr tanto en casa como por el parque, ahora con 15 meses, comienza a meterse por debajo de las mesas y sillas, incluso aunque le pongamos una barrera de muebles por delante para que no acceda a algún lugar peligroso, él consigue escabullirse y logra llegar a donde quiere. Muchas veces mueve sillas y levanta mesitas pequeñas, volcándolas. Nos recuerda, en menor escala, a aquellos hombretones del País Vasco que levantan piedras sin nada de esfuerzo. Otros experimentos son encender y apagar interruptores, incluso girar algún pomo de puerta que está más bajito y al que llega poniéndose de puntillas. Incluso ha llegado a trepar del suelo al sofá o ponerse de pie en nuestra cama y llegar a tocar el cabezal.
A los 15 meses podemos decir que es un explorador todoterreno, un runner de fondo, al que no se le puede sacar la vista de encima. Más ágil que nosotros y más rápido, nos obliga a tener más reflejos que él para que no alcance objetos peligrosos, siempre un paso por delante, hay que estudiarle y anticiparse a sus movimientos. No conoce el miedo, ni el peligro, ni la dificultad. Para Rosquis todo es posible y apto para ser inspeccionado.
Y lo más curioso es cuando consigue algo, mira desafiante, con las manos detrás de la cintura, y con aire de rebeldía, entre James Dean y John Travolta en sus años de "disco", porque sabe que es el centro de atención y le gusta mucho presumir.
¿Cómo son vuestros peques? ¿Tranquilos o movidos y difíciles de controlar? ¿Saben estarse quietos?
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Jajaja Vikingo no para, comenzó a gatear antes de lo normal y a correr (que este niño lo de ir despacio no es lo suyo) a los 11 meses. Nunca para la verdad, yo sigo buscando donde lleva las pilas para desconectarle un rato, porque cuando no está escalando muebles se pasa el rato corriendo de un lado a otro. Supongo que es lo que toca en esta etapa. Un besazo.
ResponderEliminarEso digo yo! Deben llevar Duracel, ¿no? Sino, es que no me lo explico, la verdad. Supongo que esta etapa pasará, y algún día dejarán de ser tan "terremotillos", jajaja. (o eso esperamos). besitos!
EliminarQue pasada, un todo terreno (como tu dices) súper explorador y sin miedo a nada. Ellos exploran, suben, bajan, corren... en fin un no para que nos "vuelven loc@s a nosostr@s" Pero son etapas, y sólo toca adaptarse y vivirlas.
ResponderEliminarUn beso!
La verdad es que es un todoterreno sin miedo a nada, jajaja y nos vuelven majaras un poco, siempre controlando, siempre detrás. Sí, supongo que son etapas, y que poco a poco, se hará más tranquilo (o no). Tú ya la debes haber superado con los dos, verdad? besitos!
EliminarQué emocionante es verles progresar y aprender. Aprenden tantísimo en los dos primeros años de vida... Es un no parar de aprender cosas importantísimas que el resto de nuestra vida haremos de forma mecánica. Besos!
ResponderEliminarLa verdad es que no sólo para ellos, para mí también es un aprendizaje continuo, de ir viendo día a día las novedades que logra y cómo he de enfrentarme al día a día como madre. besitos!
EliminarPues Valkiria es como Rosquis pero en chica, ya lo hemos comentado otras veces! jajajaja Es temeraria, diría yo, y me lleva en un sinvivir, jajajaja... A estos niños no se les agota la energía o que?!
ResponderEliminarPues parece que no se les agota, no...jajaja...Valkiria y Rosquis serían los amiguitos de correrías y travesurillas perfectos, son tal para cuál! :-) besitos!
EliminarPués a los 15 meses tu hijos es un runner y el mío daba sus primeros pasos! jajajaja. Eso sí, ahora con 9 años está en la federación gallega de atletismo, así que no ha perdido el tiempo desde entonces.
ResponderEliminarAsegúrate de calzarlo bien y tu vístete con calzado cómodo lleno de paciencia y mil ojos. Qué bichillos son explorando!
¡¡¡Así que tenéis todo un atleta en casa!!! Rosquis es muy movido y sin miedo a nada, con ojos hasta en la nuca y brazos para agarrarle tenemos que ir, jajaja. A ver cómo será de mayor...besitos!
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