Mi Rosquis toma teta con 22 meses y no es condenable, aunque ya muchos me miran mal y me critican a mis espaldas. Parece un tema tabú, del que no se habla, del que las madres se esconden, del que la sociedad nos condena: La lactancia en niños mayores de 24 meses, mal llamadas "lactacias prolongadas". No es ni por vicio, ni por capricho, aquí un buen número de mamás nos cuentan sus experiencias, yo sólo he decidido darles voz para que nos cuenten sus vivencias, sus dificultades, sus momentos de magia...¿Nos acompañáis?
Marela, 25 meses de lactancia hasta el momento, dice:
"La lactancia empezó complicada, aunque es bastante común, mamá y niño nos tenemos que acostumbrar. Cometí el error de dejarle a dormir en el nido dos noches (todavía no me he perdonado) y aunque le dieron leche de fórmula por suerte no supuso impedimento. Error de novata y de madre cansada. Los primeros tiempos fueron complicados, le costaba cogerse y las matronas sólo sabían "enchufármelo". Una amiga me ayudó con paciencia aunque seguía teniendo problemas. Tuve muchas grietas y le di un descanso al pecho más castigado, lo que provocó que prefiera el otro y tenga uno más grande. Finalmente fui a un grupo de lactancia y me tranquilizaron, lo estaba haciendo bien, el niño estaba bien y cogiendo pecho. A partir de ahí nuestros problemas han sido al salir los dientes y morder, una fase bastante corta. Lo que se diferencia la lactancia "prolongada" es que el niño coge todas las posturas posibles, yo le llamo contorsionista y a veces estamos en posturas rarísimas. Y que pide teta, con todas las letras, en cualquier sitio y delante de cualquiera. Yo soy pudorosa y me da un poco de corte, intento prevenir el momento. También noto el rechazo de la sociedad "¿Todavía das teta? ¿Todavía tienes leche? ¿le llega? se va a malacostumbrar...." e intento hacerlo en sitio apartado y principalmente en casa, y en la calle llevarle cosas o retirarme un poco. Pero no estoy dispuesta a renunciar a ello, es lo mejor para él y toda mi obsesión era llegar a los 24 meses que aconseja la OMS. Lo hemos conseguido, ya vamos por 25 y hasta que aguantemos,porque sé que está recibiendo muchos beneficios nutricionales y afectivos".
Cris, del blog Adoro ser mamá, 24 meses de lactancia hasta el momento, dice:
"Seguir dándole el pecho a mi hija me hace sentir tremendamente especial y conectada a ella. Le encanta tomar teta cuando se despierta, o cuando llega de jugar y tiene sed, o cuando nos sentamos en el sofá a ver los dibus. Da igual que no tenga hambre. La teta nos sigue regalando esa conexión única que solo tendremos ella y yo y que sé que será de por vida. Es su consuelo cuando se cae y se hace daño o cuando tiene fiebre o se encuentra mal o cuando se asusta ahora que está descubriéndolo todo. La reconforta. La hace sentir bien y segura, en casa, estemos donde estemos. Además, ahora que ya es una exploradora nata, nos regala momentos divertidísimos, como cuando me pesa las tetitas con sus manos para ver si alguna está más llena que la otra y así darse un buen festín. Y otros momentos inolvidables, como cuando me mira fijamente mientras mama y me dice "te quiero" con su mirada mientras acaricia mi cara. No cambiaría estos momentos por nada en el mundo. Ojalá nuestra lactancia dure muchos años más, a pesar del qué dirán, de las miradas perplejas y de los comentarios de la gente. Nosotras, ajenas al resto del mundo, somos felices así ".
Mari Carmen Lop, del blog Desvarios de una madre, casi 3 años de lactancia hasta el momento, dice:
"Los primeros meses tuve muchos problemas con la lactancia de mi hijo. Tan duro resultó que cuando conseguí superarlos me propuse no ponerle fecha de caducidad a nuestra lactancia. Nos estamos acercando a los 3 años de lactancia y he sacado muchas cosas en positivo, he sabido aprovechar cada minuto de lactancia para que no se me hiciese muy pesado y he descubierto que dar el pecho a un niño tiene sus consecuencias. La lactancia me ha ayudado a crear un vínculo con mi hijo, le ayuda a conciliar el sueño por las noches cuando está algo alterado y ahora que está en una época de rabietas intensas es lo que mejor funciona para calmarle. La lactancia no es sólo alimento y cuando alguien me pregunta porque le sigo dando el pecho a mi hijo, si ya toma otros alimentos y es tan mayor, yo sólo le puedo contestar una cosa: porque es lo que más le gusta."
Mamá Jumbo, 33 meses con el primero, 29 meses de lactancia con la segunda, dice:
"Para mí la lactancia es algo maravilloso, por eso cuando me quedé embarazada, no dudé lo que quería hacer.Los comienzos con mi hijo mayor no fueron nada fáciles,grietas por mal agarre, mastitis..., pero cuando uno sabe lo que quiere se supera.A partir del mes comenzamos a disfrutar de la lactancia.Nunca me planteé cuanto tiempo, sólo me dejé llevar por esos momentos tan íntimos en los que sólo estábamos los dos.Fue con 33 meses cuando estaba embarazada de su hermana cuando de forma muy natural simplemente él dejó de pedir teta.Con la pequeña todo fue sobre ruedas, y ahora con 29 meses seguimos con nuestra lactancia.Con estas edades es muy fácil oír muchas cosas, como que ya es grande, que ya come de todo, que no alimenta...La lactancia como todo tiene diferentes etapas a mi parecer, todas maravillosas, y ésta es preciosa, las miradas de complicidad, el "mamá un poquito de teti", el besito en la ducha...el mayor todavía cuando está triste o nervioso se echa en su teti.Ahora no podría concebir mi maternidad sin la lactancia prolongada, que creo que simplemente se debe llamar lactancia"
Montaña García Barroso, más de dos años de lactancia ya finalizada, dice:
"Yo la disfruté muchísimo, a partir de los dos años Marco hablaba, y recuerdo como me la pedía. "Mami tetita" cuando acababa me decía "la otra". Alguna vez hasta me convencía si en ese momento no le daba. "solo una Mami, la grande mami" "solo un poquito " Esto ha hecho que tengamos un vínculo muy fuerte, me lo cuenta todo y confía plenamente en mi. Es un niño muy sensible a la vez que seguro. Decidí poner fin cuando empezó el cole. Si pudiera volver hacia atrás lo haría de otra forma. Lo recuerdo con mucha tristeza, lo había intentado muchas veces pero no había sido capaz. Un día le dije que ya se había acabado, el lloraba pidiendo tetita y yo lloraba en el baño por no darle. Lo pasé muy muy mal".
Mariló Huertas, más de 3 años de lactancia ya finalizada, dice:
"Mi hija estuvo un poco más de tres años tomando pecho. No fue algo premeditado, mi posición con los tres hijps siempre ha sido la misma, a demanda y cuando ellos no demanden, ya está.
He disfrutado dándoles el pecho, es un momento de comunicación, relajación muy bello. Muchas veces me he planteado porque ella siguió demandando, yo creo que es por estar en casa, con los otros trabajaba y se hacia un poco más complicado. Durante mucho tiempo estuve orgullosa y no me creó problemas que siguiera tomando pecho, pero conforme se acercaba el que cumpliera los tres años me preocupaba, iba a entrar al cole. Ella es de enero así es que entro con los tres cumplidos, a punto de cumplir cuatro. A lo largo de ese año dejo de tomar, aunque sospecho que le influí al no estar yo tan cómoda y pensar que ya era hora de detestarla".
Belén, del blog Doble Aventuras 33 meses de lactancia y 8 meses de lactancia, con lactancia en tándem, ambas finalizadas, dice:
"X nació por cesárea como su hermano mellizo y pesó menos de 2 kilos. Fueron 21 días de lactancia “diferida” en el hospital, pero al llegar a casa no aceptó ni un biberón, e incluso se olvidó de cómo se succionaba ese trasto de plástico que tanto le gustaba a su hermano.Su lactancia materna fue exclusiva hasta los 6 meses, y ha seguido sin exclusividad hasta los 33 meses.Cuando dejé a los mellis con la canguro al reincorporarme al trabajo, al volver a casa lo primero que hacía era venir hasta mí y estirarme la camiseta.En verano ir en bikini era un reclamo de “teta disponible” constante. No os negaré que tuvo una fase en que quiso pasarse las noches durmiendo con la teta en la boca, pero ya tenía 15 meses y me negué. Necesitaba dormir o no aguantaba el ritmo de los dos bebés.Poco después llegó el embarazo de N, durante el que esperaba un destete natural que no llegó.La producción bajó, yo estaba dolorida, pero aguanté y ella no pensó nunca en dejar el pecho. Le fui explicando que N también comería teta porque no tendría dientes para poder comer otras cosas. Así la preparaba para compartir algo que hasta el momento había sido solo para ella.Esa explicación nos ha ayudado mucho durante la lactancia en tándem, la verdad, porque ha minimizado mucho posibles berrinches por querer teta cuando estaba comiendo su hermano pequeño, y además ha hecho que ni se les pasase por la cabeza intentar darle de comer algo que no podía.Después fui yo quien tuvo que aguantar comentarios del estilo “le quita la comida a su hermano”, “es demasiado mayor para mamar”, “no sé cómo aguantas tener a los dos al pecho”, “se te quedarán las tetas como calcetines"...Comentarios desacertados donde los haya. Pero X mientras, disfrutaba con la sobreproducción de leche.De un par de meses hacia aquí me costaba darle pecho, no me apetecía, intentaba ponerle excusas para que no mamase...Ella misma ya me decía que solo tomaba de una teta y que N de las dos porque no comía otras cosas.Así llegó el día que nos hicimos la foto de su última toma. Tenía 33 meses".
Mama Zombi, del blog Cuando seas madre, 3 años de lactancia hasta el momento, y con lactancia en tándem, dice:
"Tengo
una niña de 3 años y otra de 1. Siempre tuve claro que quería darles
pecho todo el tiempo que ellas y yo quisiéramos/pudiéramos, y así lo he
hecho hasta ahora y en líneas generales nos ha ido genial. Mis hijas
crecen muy sanas y felices, y yo estoy muy tranquila en ese aspecto. Mi
familia y amigos han sido siempre muy respetuosos con el tema… hasta que
volví a quedarme embarazada. Entonces siguieron siéndolo, pero ya no se
guardaban los comentarios (poco meditados, por decirlo suavemente). Por
suerte, mi ginecóloga me animó a seguir dando el pecho y yo pude
hacerlo sin problemas. Cuando nació mi segunda hija practicamos la
lactancia en tándem durante 7 meses, y terminé destetando a la mayor
porque sufrí agitación por amamantamiento. Desde mi primer embarazo he
leído todo lo que he podido sobre lactancia materna y gracias a toda la
información que está a nuestro alcance hoy en día he podido superar
brotes de crecimiento, mastitis y etc. sin tener que privar a mis hijas
de la teta. No diré que es un camino de rosas, porque hay momentos muy
difíciles, sobre todo con el primer bebé… por muchas razones: Falta de
sueño, desconocimiento de lo que le está ocurriendo (o lo que te ocurre a
ti misma) y, en muchas ocasiones, falta de apoyo y/o incomprensión por
parte de los que te rodean. Cuando la lactancia está ya establecida y te
sientes segura porque tienes el tema dominado, cuando conoces los
ritmos de tu bebé y te has acostumbrado a ellos, cuando éste empieza a
comer otros alimentos y, digamos, puedes relajarte un poquito más en
cuanto a lo que mama… entonces ¡zas!, empiezan a lloverte comentarios
del tipo “¿cuándo piensas destetarle?”, “ya es muy mayor para eso”, “a
esta edad la teta no alimenta”, “lo estás
sobreprotegiendo/consintiendo/atontando…”. Son arenas movedizas muy
peligrosas, porque aunque tengas clarísimo lo que estás haciendo y por
qué, inevitablemente siembran la duda en tu cabeza. Lo peor de todo es
sentirte juzgada como madre, sobre todo por tus seres queridos. De todas
las personas que me hicieron comentarios sobre nuestra lactancia
“prolongada” sólo una me preguntó por mi criterio y mis motivos, el
resto se dedicaron a sentenciar y a emitir juicios de valor infundados.
Varios de ellos eran médicos… y tampoco tenían ni idea de lo que estaban
diciendo: Me auguraron un embarazo con complicaciones, un parto
prematuro, un bebé mal alimentado… por no hablar de los problemas
psicológicos que le acarrearía a mi hija mayor. Nada de esto ha
sucedido. Llevo tres años dando el pecho ininterrumpidamente y ya lo
hago de forma natural y sin plantearme dudas existenciales. Ya me
resbalan los comentarios y las opiniones ajenas… pero ahora que mi hija
pequeña ha cumplido el año, veo cómo se vuelve a repetir la misma
situación y cuando surge el tema encuentro miradas de sorpresa y en el
peor de los casos de desaprobación. No van a hacerme cambiar de idea,
pero en los momentos bajos y de cansancio físico o emocional son una
piedra más en el camino. Me asombra que esta sociedad siga siendo tan
estrecha de miras y frivolice tanto sobre esto, y no respete a las
madres que, independientemente de la opción que elijan, hacen siempre lo
mejor para el bienestar de sus bebés.Con todas las dificultades que
implica, para mí la lactancia es algo precioso y mágico que me acerca a
mis hijas de una forma muy especial. Es alimento, pero también amor,
intimidad, conexión… tantas cosas bonitas… Ojalá se normalice y deje de
mirarse como algo raro".
-Fotos extraídas de Asociaciones de Lactancia-
Yo voy por el onceavo mes y no me planteo cuando acabará, imagino que cuando el no quiera más. Pero si que es cierto que la gente empieza a decir "hasta cuando le vas a dar" porque ya come comida, no?". Lo peor de todo es que mi propia madre y hermanas no lo vean bien. Arriba la lactancia y la libertad de hacer a casa una lo que nos de la gana.
ResponderEliminarA mí mi familia no me apoyaba mucho al principio, pero ahora sí que, con el paso de los meses, comprenden su importancia y tengo un apoyo absoluto. Sé lo que es que te cuestionen desde casa, pero en la lactancia sois dos: Madre e hijo los que decidís y tenéis al última palabra, Sara. Enhorabuena por esos 11 meses! besitos!
Eliminar¡Muchísimas gracias Sonia por reunir todas estas experiencias! Yo quiero dar pecho y estoy informándome muchísimo, aunque según habéis contado hasta el momento no se sabe como va a ir. ¡Un besito!
ResponderEliminarMuchas gracias a tí por comentar! No soy asesora de lactancia (de momento), pero como madre lactante, en cualquier cosita que te pueda orientar, ya sabes. Es una muy buena decisión, Arantxa! besitos!
EliminarYo llevo 17 meses y tan feliz las dos. La peque siempre quiere su teti y ya escuchamos esos comentarios tan desacertado, pero nos da igual. Tenemos la suerte de tener una conexión única y nadie nos la podrá arrebatar. Cuando llego del trabajo, lo primero que hace es tirarse a mis brazos. Lo segundo: tirar de la camiseta, vestido,... pq quiere su teti y yo contenta se la doy. Esté donde esté . Cuando la destetaré? Cuando las dos queramos. Está claro!
ResponderEliminarBesos!
Está claro que sí, es lo mejor para los peques, verdad? hay que desoír comentarios, sino vamos apañadas.. Qué voy a decir yo que ya llevamos 22 meses, cada vez la pide menos, es verdad, pero es el proceso natural, supongo. Pienso que cuando lo deje del todo sentiré tristeza, pero mientras tanto, lo disfrutamos, besitos!
ResponderEliminarMe ha encantado el post. Admiración por todas estas mamis, que seguro que estarán cansadas de oír opiniones.
ResponderEliminar1 beso
Muchas gracias, Keka. Admiración y un profundo respeto es lo que yo también siento por todas ellas. besitos!
EliminarBonitos testimonios❤️
ResponderEliminarMuchas gracias, Sandra! besitos!
EliminarYo llevo 12m de lactancia con el Mayor,24m con el Mediano y ahora acabo de destetar con gran pena a la Menor con 26m x agitación x amamantamiento ante la llegada de su nuevo hermanito en 4m.Leer todos estos testimonios me consuelan mucho xq ves q es normal q la gente se extrañe tanto y recibas tantas criticas,xo poco a poco entre todas conseguiremos normalizarlo,aunq sea en nuestro circulo.Me hubiera gustado llegar al tandem,xo no ha podido ser.Los dolores eran insoportables,xo bueno,me quedo con el vinculo q mi hija y yo hemos forjado estos mas de 2años.Espero q dejen mella en ella .Gracias x tratar este tema!!
ResponderEliminarMuchas gracias a ti por contarme tu experiencia, María! No me parece que haya sido poco, es bárbara vuestra lactancia, 26, 24 meses es muchísimo, y 12 con el menor...eso me parece a mí, aunque yo llevo sólo 22 meses y nunca me planteé ni pensé que llegaríamos a tanto. Lo del tándem me parece sobrenatural casi, yo pienso que no sería capaz. Has hecho muy bien y no te arrepientas de nada, ahí seguro que queda ese vínculo mágico de la lactancia con todos ellos. besitos!
EliminarQué buen post, compañera! Muy muy trabajado. Geniales los testimonios, qué curiosos como (casi) siempre la lactancia empieza con dificultades pero somos mamás tozudas con mucha fuerza de voluntad. un abrazo!!!
ResponderEliminarMuchas gracias, Nerea! Me alegro que te haya gustado. Hoy podrás ver en Adoro ser mamá las dificultades que nos crearon a nosotros. Si, la fuerza de una mami lo puede vencer todo. besitos!
EliminarAy! No llegué a tiempo pero me ha encantado leer otras experiencias ya que, por mucho que sepamos que es lo mejor para nuestros hijos y para nosotras, la sociedad a veces nos hace sentir mal y es bueno comprobar que hay mamás en la misma situación, haciendo algo GRANDE y MARAVILLOSO.
ResponderEliminarYo no lo combio por nada, salió todo de forma tan natural que a día de hoy, 30 meses depués (y a pesar de no haber tenido apenas apoyo de la gente cercana y los sanitarios) seguimos disfrutando de nuestros momentos de complicidad con la teta.
Porque mas que alimento, a estas alturas es vínculo, esas miradas que se cruzan, esas sonrisas llenas de amor... en fin. Algo increíble.
Gracias por este post.
Muchas gracias a tí, Olga! 30 meses es de campeona también, no sé si llegaremos nosotros. Llevamos 22 meses, aunque a los 6 meses pensaba que no llegaría, así que lo considero una hazaña, casi (y ahora me apoyan más que al principio en mi caso). Sí, sé de lo que me hablas, esas miradas y risas, llenas de ternura, son lo más bonito del mundo. besitos!
EliminarYo hace poco escribí sobre esos más de tres años lactando, y los sentimientos encontrado que empieza a aparecer cuando ya es "mayor", la verdad que es maravilloso que se compartan estas experiencias y se de visibilidad a las lactancias, sean de meses o de años!
ResponderEliminar