martes, 20 de enero de 2015
NO ES CIUDAD PARA PEQUES
Vivimos en Barcelona y cada vez me gusta menos. Cada vez hay menos civismo y comienzo a odiar la gran ciudad. Os preguntaréis qué tiene que ver esto con la maternidad, pero sí, tiene bastante que ver.
He empezado a detestar el centro desde que soy madre. Cuando estaba embarazada también me pasaba, pero ahora todavía más. ¿Por qué cuando intento cruzar por el paso de peatones siempre tengo que echar el pie atrás hacia la acera? Pues porque ningún vehículo, sea taxi, furgoneta de reparto o particular, tienen la amabilidad de dejarme pasar cuando voy con el carrito -ni cuando voy sola- y ante esto, opto por dos opciones según tenga el día más o menos guerrero. Si no lo tengo, decido apretar el paso y correr hacia mi destino, la otra acera. Si tengo el día reivindicativo, levanto la cara desafiante hacia el conductor impaciente y maleducado, alzo la mano y señalo al suelo las rayas de paso cebra. Normalmente, paran, aunque hay alguno que no y he tenido que ser yo la que reculase hacia atrás y ante esto, les suelo gritar indignada. A veces, me he encontrado que otros peatones me miran como si pensaran que estoy loca, y aún me indigno más. Estoy temblando cuando Rosquis ya no vaya en silla de paseo y camine y corra como un niño normal y se plante ante un paso. ¿Cómo reaccionarán esos desalmados al volante? Espero que no me lo atropellen, por favor, que son sólo niños.
Por las aceras no es mucho mejor, entre skaters, bicicletas y grupos de turistas con maletas buscando sus múltiples alojamientos -una gran parte de los cuáles son ilegales- y que caminan barrando el paso y más despistados que un pulpo en un garaje. A todos ellos, más de una vez hemos tenido que sortearlos con maniobras imposibles de la silla de paseo.
Si me dirijo a los parques de la zona, parques, por darles algún nombre, se me acaba de caer aún más si cabe el alma a los pies, pues es, todo menos un parque. Si que hay columpios, tierra y niños, pero el panorama de alrededor es desolador, pues a menudo está plagado de personajes marginales, con botellas y perros sarnosos, y con muchos lugares llenos de orines y suciedad. Es muy triste ver este panorama todos los días en el centro de una ciudad que se admira desde el mundo por su cosmopolitismo, por su mar, por su arquitectura, por su gastronomía y por su clima privilegiado. Cuando salgo y voy a otra ciudad más pequeña o al campo, soy feliz y me traslado mentalmente allí siempre que quiero olvidar esta ciudad que no es para peques ni para ciudadanos normales y corrientes.
Y me pregunto: ¿Todas las ciudades son así de masificadas, sucias e incívicas? ¿Cómo son los parques en los lugares donde vivís?
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Te entiendo perfectamente! Aquí la cosa no esta tan masificada, pero el civismo no es mucho mayor. Con los coches hay que tener mil ojos, aunque haya semaforo. Y en las aceras aún no me fio cuando Valkiria va andando porque hay gente que no mira ni por donde va, y de las bicis ya ni hablamos!
ResponderEliminarBarcelona es una ciudad preciosa y he tenido la oportunidad de estar muchas veces por trabajo, pero reconozco que no me gustaría vivir allí. Para mi el tamaño de Valencia ya es mas que suficiente!
Besos guapa!
A mí cada día que pasa me agrada menos, cuando voy a cualquier otra ciudad o pueblo me gusta infinitamente más que BCN, ¿por qué será? Valencia no la conozco, pero por lo que dices, lo problemas de incivismo están también a la orden del día, la suerte es que es una ciudad menos turística, una gran suerte, esto es "guirilandia" todo el año. besitos!
ResponderEliminarLa verdad los peques no pueden ir muy sueltos por la ciudad. Personalmente nunca he sido amiga de los parques así que ahí nunca tuve problemas. Los pasos de peatones los respetan más cuando te ven con un niño de la mano, aunque no te puedes fiar. Por una parte vivir en la ciudad tiene desventajas pero por otra¿donde vas a encontrar la amplia oferta cultural o lúdica que tenemos en ciudades como Barcelona?
ResponderEliminarA ver si es verdad que nos respetan más cuando camine de la manita, lo malo es que se dispare corriendo y estos conductores no tienen piedad :-( Sí, de la oferta cultural no me quejo, ni de la vidilla, demasiada para mi gusto, soy demasiado nerviosa y me encanta la tranquilidad. besitos!
EliminarPues Madrid ni te cuento, jajaja. Contaminación, coches por todas partes, gente maleducada que no cede el asiento en el metro a una embarazada, ciclistas que van por la acera (cuando está prohibido)... Vamos, lo típico de cualquier gran ciudad. Pero, por otra parte, a mí me encanta vivir aquí. Tiene otras ventajas: numerosos servicios públicos, actividades culturales, las calles llenas de vida... En mi caso no tengo problemas con el parque, porque vivo junto a uno muy grande, bien cuidado y la gente que va allí es muy normalita (sólo los adolescentes de botellón de los findes montan algo de jaleo, pero se ponen en el extremo opuesto a los columpios y ni se les ve).
ResponderEliminarTambién te digo que en cuanto empieza el buen tiempo, la mayoría de los fines de semana nos vamos a la casa de mis suegros, en un pueblo de una provincia cercana, y la verdad es que para los niños es estupendo (bueno, y para nosotros).
Hace algunos años que no voy a Barcelona, pero siempre me pareció una ciudad preciosa. Pero supongo que no es lo mismo la perspectiva de visita que del que vive allí.
A mí tanta gente me agobia un poco, la verdad. Aunque la oferta cultural es buena, de eso no nos podemos quejar, aunque ahora con el peque la aproveche más bien poco...Bien hecho lo de los findes! Yo por eso siempre busco lugares muy tranquilos en vacaciones para desconectar, hotelitos pequeños o bien turismo rural. besitos!
EliminarNosotros vivimos en Mataró y en mayor medida pero nos ocurre lo mismo, tienes que ir con mil ojos por la calle y la gente es muy poco cívica. Recuerdo que antes adoraba ir a Barcelona, ahora cada día me cuesta más, comenzó estando embarazada, me llevé más de un codazo en la tripa cuando iba por el metro y un día casi me tiran por las escaleras, la gente va sin mirar. Nosotros nos estamos planteando mudarnos a un lugar más tranquilo. No me imagino cuando Vikingo sea más mayor seguir viviendo aquí, hay mucha delincuencia y no quiero que me hijo crezca en este ambiente. Veremos si nos salen las cosas como las hemos planeado y podemos mudarnos. Un beso.
ResponderEliminarMataró es una ciudad un poco más tranquila, me parece, aunque no la conozco mucho. BCN me tiene muy agobiada, prisas, coches (lo que te pasó en el metro es imperdonable!), turistas, masificación...A menos que pueda, o bien me cambio de barrio o bien me voy a una ciudad más pequeña. besitos!
EliminarViví 4 años allí y de pequeña, como mi padre vivía allí, pasaba dos fines de semana al mes y parte de las vacaciones. Me crié en el casco antiguo en los 90, y no era tan bonito ni tan moderno como es hoy en día, así que en ese aspecto creo que ha mejorado, pero tienes razón, cada vez que voy y cojo el metro, bajo por las Ramblas, o simplemente salgo del tren por Sants pienso en la pereza que me da ir con Bú. Nosotros cuando vamos paseamos por la Ciutadella y hombre, no es el Retiro, pero me gusta.
ResponderEliminarZaragoza tampoco es cívica en cuanto a pasos de peatones y demás pero es verdad que yo vivo al lado del parque más Grande y es una zona bonita y cuidada, pero donde vivía antes... pues eso, va por zonas. El centro está bien para ir con niños, pero es estresante por la gente. Barcelona y Madrid son preciosas de visita, o para vivir una temporada, siempre lo he pensado, pero tienen que ser duras en el día a día. ¡¡Besitos!!
Viví 4 años allí y de pequeña, como mi padre vivía allí, pasaba dos fines de semana al mes y parte de las vacaciones. Me crié en el casco antiguo en los 90, y no era tan bonito ni tan moderno como es hoy en día, así que en ese aspecto creo que ha mejorado, pero tienes razón, cada vez que voy y cojo el metro, bajo por las Ramblas, o simplemente salgo del tren por Sants pienso en la pereza que me da ir con Bú. Nosotros cuando vamos paseamos por la Ciutadella y hombre, no es el Retiro, pero me gusta.
ResponderEliminarZaragoza tampoco es cívica en cuanto a pasos de peatones y demás pero es verdad que yo vivo al lado del parque más Grande y es una zona bonita y cuidada, pero donde vivía antes... pues eso, va por zonas. El centro está bien para ir con niños, pero es estresante por la gente. Barcelona y Madrid son preciosas de visita, o para vivir una temporada, siempre lo he pensado, pero tienen que ser duras en el día a día. ¡¡Besitos!!
Me alegra que seas medio catalana, jajaja, no tenía ni idea. Vivir en BCN es un estrés, Zgz no la conozco mucho, tengo un primo político, pero sólo he pasado el día, aún y con todo eso, me parece una ciudad más humana que BCN, que es un caos total, masificación, turismo, incivismo y todas las lacras de las grandes ciudades...ojalá dentro de un tiempo nos mudemos a otro lugar. Ese es mi sueño. besitos!
EliminarJajajaja no llego a ser medio catalana, somos una familia de maños de los que parte emigraron a Cataluña. Estudié allí la carrera y pasé parte de mi infancia, y tienes razón, para mi gusto, le falta humanidad. Aquí te recibimos cuando quieras, si te quieres venir a vivir también, jejeje. Tendrías que convivir con el cierzo, el frío y el calor extremo pero al final uno se acostumbra. Me voy a por tus posts nuevos. ¡¡Besos!!
ResponderEliminarSi que le falta humanidad, seguro que aunque hace frío, se está mucho mejor en ZGZ. Si vienes alguna vez por BCN, avísame y nos conocemos! besitos!
EliminarHola!
ResponderEliminarPues mi marido y yo estuvimos viviendo en Barcelona y somos unos enamorados de la ciudad. Lo pasamos increíble y recordamos aquel tiempo con mucho cariño y, a veces, nos da nostalgia.
Eso sí, siempre pensamos que no era una ciudad en la que nos gustaría formar una familia. Por la ciudad en sí porque dres una ciudad "muy adulta" y porque si teníamos peques ahí no tendríamos apoyo familiar.
Mallorca (donde ahora vivimos) es preciosa y para vivir con peques (sobretodoa partir de los 3 añitos) es ideal.
Un abrazo!!!
Yo y mi marido somos de BCN y siempre hemos vivido aquí y nos gustaba, aunque ahora con Rosquis comenzamos a ver los inconvenientes de incivismo, inseguridad, masificación, insalubridad...Lo que ocurre es que lo vemos un poco difícil cambiarnos por ahora, en todo caso, miraremos de mudarnos de barrio o a una ciudad más pequeña, pero más adelante. No conozco Mallorca, pero me encantaría seguro. besitos!
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