CÓMO "IR A COMER FUERA CON PEQUES"... Y NO MORIR EN EL INTENTO

Unos días atrás con la entrada Cómo ver pelis de Ghibli con niños y no morir en el intento inauguré una serie de posts que pretenden contar los trucos y estrategias que empleamos a la hora de hacer una actividad con el peque y llevarla a cabo de la manera mejor posible (o al menos, eso intentamos). Os propongo un Carnaval de Blogs dónde con el epígrafe de "Cómo hacer una actividad (lúdica) con peques y no morir en el intento" nos ayudemos unos a otros para afrontar mejor una salida con peques, sea a comer, a ver pelis, etc. ¿Os animáis a sumaros?

La familia Rosquillas no acostumbramos a ir a comer a restaurantes. Cuando comemos fuera de casa habitualmente es en casa de los abuelos maternos o paternos, donde el peque tiene su trona, su comida y sus rutinas de siesta preestablecidas -y que nunca se salta-. Ir a comer a un restaurante implica una logística que ha de cumplirse para que la comida sea más o menos apacible.Se trata de ir a comer fuera, de pasarlo bien y de no morir en el intento. Porque nadie queremos que estas comidas se conviertan en un infierno.

Aquí nuestros tips para ayudar a que el proceso de comer sea lo más relajado posible para todos:

1-Ir a comer en el primer turno de comidas, a la 13h y mejor a un lugar que sepas que sirven rápido y que no se va a alargar demasiado.

2-Si va uno en grupo no sabes lo que va a ocurrir, pero entonces hay que escoger el mejor lugar de la mesa, según sea tu peque. El domingo de Ramos fuimos de calçotada con unos amigos, dos parejas con hijos peques (de 3 años y medio y dos años, como Rosquis) y otras parejas sin prole. Nos pusimos al fondo de la mesa, al lado de la pared, Mamá Rosquillas en la posición de "presidencia de la mesa", el peque a mi lado derecho y su lado izquierdo, Papá Rosquillas. Poniéndole enmedio de ambos nos permitía tanto a mí como su padre darle de comer de manera alternativa para que no se aburriese; mientras que estar flanqueados por la pared nos aseguraba que, aunque se levantara de la silla, tenía un poco de espacio sin necesidad de correr por detrás de las sillas y mesas del resto de comensales tanto de la mesa como del resto del comedor. Una estrategia para intentar que un niño movido y activo como Rosquis no estuviera arriba y abajo entre platos, si se cansaba de esperar o de estar sentado.

3-Pedir siempre que traigan primero la comida de los peques, van más lentos y así te permite que cuando traigan la tuya ya vayan más adelantados y puedas compaginar mejor ambas comidas. Y pedir siempre menús infantiles o comidas que sepas que les gustan y son infalibres (macarrones, pollo, etc)

3-Cuando está cansado, entretenerle con juegos o libros no sirve mucho rato para ello mejor tener la puerta cerca y el coche, durante el camino de vuelta se suele dormir si ha comido bien y ha jugado al aire libre toda la mañana.Quizás a otros peques les sirva la sillita de paseo, pero Rosquis no va en sillita desde los 18 meses ni tampoco tolera demasiado ser porteado, así que nos resta opciones de siesta fuera de casa o de entornos habituales.

4-Otra opción para niños inquietos y juguetones es buscar un lugar de comidas que asegure la diversión, como es el caso de Marc Restaurant o de Pudding, dos locales que son kid-friendlys en Barcelona y de los cuáles ya os he recomendado anteriormente. Ambos disponen de zona de juegos para que los niños puedan divertirse mientras los papás podemos comer o tomar algo, sin tenernos que preocupar por el resto de clientes, pues estos locales están frecuentados por padres con niños que también buscan salir de casa con peques y pasar un almuerzo, comida, merienda o cena de manera divertida y relajada para todos.

Foto1: Macarrones, nunca fallan.
Foto2: Rosquis jugando a cocinitas en Marc Restaurant.
(fotos privadas, no publicar ni reproducir sin mi consentimiento)

¿Vais a comer fuera con los peques? ¿Cómo planificáis estas salidas?