DE PEZONES Y DE BRAZOS

¿Qué se necesita para dormir a un bebé? En mi caso, con tener unos brazos bien fuertes y unos pezones siempre dispuestos para ser succionados, es suficiente. El mito de que los bebés cuando los dejas en la cuna, se duermen, tarden mucho (y comiencen a llorar) o tarden poco, es simplemente un mito y no tiene mucha correlación con la realidad.

En nuestro caso, la lactancia ha sido la salvación de más de un 80% de las veces que Rosquis quiere dormir, tanto en la siesta como a la noche, la succión, aparte de proporcionarle su alimento, le relaja y le calma, incluso cuando tiene mal de dientes. ¡Cuántas veces me habrá usado el pezón de mordedor para aliviarse! Aparte de la función puramente nutritiva, la succión no nutritiva es aún más importante, el calor y el contacto con el pezón le proporciona calma y bienestar. Además, nunca ha querido el chupete. ¿Para qué un chupe cuando puedo tener la tetina más natural del mundo, la teta cálida y acogedora de mi mamá?

Aunque cuando era más pequeño y tenía cólicos o tenía mal de tripa, la solución para dormir era acunarle en brazos y pasearle arriba y abajo, y si era cantándole una cancioncita suave o silbándole una dulce melodía, todavía más efectivo. La mochila ergonómica, en nuestro caso, la Amazonas de Smart Carrier, le ha proporcionado algunas buenas siestas durante el paseo, más rápidas y profundas que las que conseguimos con la sillita de paseo o incluso con la silla del coche. En nuestro caso, desde que hemos dejado de usar el maxicosi, le cuesta muchísimo más conciliar el sueño, el maxicosi era más como una cunita y esta silla nueva viene a ser como una pequeña butaca.

Y dónde dormir, en nuestro caso, no hemos colechado toda la noche con él, sino que Rosquis primero tuvo un moisés y, desde los 6 ó 7 meses, duerme en una cuna de viaje con un colchón adaptado y reglamentario (el que llevaba la cuna de viaje no es más que una colchoneta). Tenemos preparada en su habitación, contigua a la nuestra, una cama convertible pero, aunque ya hace tiempo que tenemos pensado cambiarle, nunca llega el día en que nos decidimos a hacerlo. Aunque nuestra pediatra nos dijo que cuánto más tardásemos peor, más le podía costar el cambio.

Una vez dormidito, llega la paz y la tranquilidad a la casa. Mirarle mientras duermes, me da sensación de armonía, de bienestar..¿Hay algo más tierno que un bebé o un niño pequeño dormidito en tus brazos?

Y vosotros, ¿cómo dormís a vuestros bebés o niños? ¿Os cuesta dormirles? ¿Cuándo les cambiasteis de habitación?¡Contadme, si queréis! ¡Gracias!