DONA PINCHANDO LA IMAGEN DE #SomosLaLeche

DONA PINCHANDO LA IMAGEN DE #SomosLaLeche
#Bloguerasxlalactancia

lunes, 10 de noviembre de 2014

LOS ABUELOS DE ROSQUIS


Hoy voy a hablaros de mi familia, de los abuelos de Rosquis. Mis padres, siempre tan entregados con su nieto desde que estaba embarazada. Me ayudaban a comprar y con las tareas del hogar para que no fuese tan sobrecargada el último trimestre de embarazo. En cambio, mis suegros estaban en el pueblo de vacaciones y volvieron más tarde que nunca, en noviembre. Tan sólo mi suegra vino un día a ayudarme el tercer trimestre de embarazo. Mi madre estaba en rehabilitación, pues se había roto un brazo debido a una mala caída y mi padre no podía venir. A las 15h se fue a su casa, pues mi cuñado y suegro no pararon de llamarla.

Cuando nació Rosquis, mi madre seguía mal del brazo y mi suegra fue la encargada de preparar tuppers de comida para nuestra vuelta a casa. Sólo lo hizo un día y la primera semana venía un par de horas al día a dar instrucciones a su hijo, Papá Rosquillas, sobre cómo poner lavadoras, etc, pero no arrimaba el hombro. Total que Papá Rosquillas tuvo que coger un mes más de vacaciones, pues yo me sentía muy débil en el puerperio y ya tenía bastante con cuidar y alimentar a mi hijo como para ocuparme a full-time de las tareas domésticas. Mi padre vino a hacernos las compras para ayudar a Papá Rosquillas.

Cuando se acabaron las vacaciones de mi marido, mis padres venían a ratos a echarme una mano con Rosquis, lo sacábamos a pasear, me ayudaban a dormirlo, a calmarle, etc...Mis suegros empezaron a venir dos veces por semana una hora u hora y media por las tardes de visita, a achuchar a su nieto, pero sin echar ninguna mano. Y han seguido haciéndolo desde que nació hasta ahora que tiene 10 meses.

El día del Bautizo de Rosquis fue una competición entre mi familia política a ver quien cogía al bebé y quien le llamaba más la atención. Y mi suegra casi se cae al suelo con Rosquis en brazos, pues tropezó en el altar...Y si no hubiese sido por los reflejos de mi padre, que hubiésemos terminado la tarde todos en urgencias.

A veces, mi suegra trae un poco de comida a mi casa, pero sólo se ocupa de eso. Mi padre, en cambio, me ha acompañado al pediatra con el niño, me ha traído la compra, me ha ayudado con las tareas, etc, mientras mi madre estaba restableciéndose de la caída. Mi suegro nunca ha movido un dedo, sólo para coger a su nieto y hacerle fiestas y juegos, pero no sabe qué es dar una papilla ni cambiar un pañal. Tampoco lo sabe ella ni mi cuñado. Siempre han venido a "marear" a Rosquis y a pasar el rato, a veces opinando sobre temas de crianza, comentando mi suegra lo sucio que estaba esto o aquello y, a veces, poniendo al bebé en situaciones de peligro. El último día que fuimos a su casa, mi suegro le acercó unas alicates para jugar y yo me enfadé, pues lo considero un instrumento inapropiado y peligroso. ¿Sabéis que me dijo? Que lo tenía en una burbuja y que no dejaba ni que lo tocaran...

¿Cómo es la relación con vuestra familia? ¿Os ayudan con la crianza de vuestros hijos?

4 comentarios:

  1. Qué te voy a contar que no sepas...
    Los míos son iguales que los tuyos... Creo que deben ser familia...
    Yo he acabado por comerme dos cucharadas de paciencia cuando vienen y esperar que se marchen lo antes posible...
    Ya casi no vienen a ver a los peque sporque ahora tiene un nieto " de verdad", al que sí saben cambiarle pañales, darle papillas, etc...

    Así demuestran cómo son y te das cuenta de que tus padres, siempre estarán ahí...
    Besitos princesa!!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Ay, que vi que no te respondí en su día...y sigue la historia un año después, mi cuñado, desaparecido, apenas ve a su sobrino, sólo cuando vamos a casa de mis suegros a comer y mis suegros siguen viniendo dos días a la semana "de visita" en plan de señores. besitos!

      Eliminar
  2. Ay, lo que me espera! Me identifico contigo, como ya te he contado mi peque nació prematuro, a mis padres no les dio tiempo de cruzar el charco, así que estuve dos semanas en casa con mi esposo, recuperándome de un parto terrible, y y sin él no lo hubiese podido lograr. Una vez llegaron fueron mi apoyo durante dos meses, cocinar, planchar, limpiar, atender al bebé, ayudarme. Cuando se marcharon, mi esposo debió pedir vacaciones, no sabes la sensación de desamparo que me quedó, estuve perdida, me sentía sola. Me ha tomado mas de un año superarlo. Regresaron para el bautizo y si Dios quiere nos veremos para navidad. No sabes la suerte que tienes de que tus padres estén allí apoyandote y la suerte de ellos de ver y disfrutar crecer a Rosquis. Tus suegros, se lo pierden.Al igual que los mios que aun no han venido a conocer a nuestro bebé, que ponen excusas absurdas y cuando vengan seguro sera a decir que no hago todo mal, porque a distancia ya lo hacen. Y una verdad lapidaria la que has dicho, nuestros bpadres, siempre estarán ahí.

    ResponderEliminar
  3. Parece que todas estamos viviendo la misma situación con nuestra familia política, es una pena, pues antes de nacer Rosquis nos llevábamos mejor y mi suegra me consideraba como a una hija. Ahora no sé qué es lo que ha pasado. Ellos son de una manera y yo, de otra distinta y quizás por ello chocamos. En su generación educaron y criaron a sus hijos de un modo que no tiene nada que ver con el mío y por eso creo que no congeniamos. Al menos, puedo contar con mis padres, aunque a veces tampoco tenemos la m misma manera de ver las cosas, no te creas. Pero siempre están ahí y es lo que cuenta. Un abrazo, guapa!

    ResponderEliminar