La hora de la merienda últimamente es un festival, sobre todo desde que cumplió 9 meses y medio. La hora de la papilla de frutas se ha convertido en el festín de la papilla, que cae todo en cualquier lugar, menos dentro de su boca, y ya no sólo hablo de manchar el babero o la trona. Últimamente tengo que poner papeles de periódico en el suelo de lo que llega a caer allí. Incluso con las pedorretas que hace con la boca también me mancha el pantalón y, a veces, hasta el pelo. Comienza a tocarse con sus manitas y se mancha también su ropita y su pelo. ¡Es como una gran batalla campal de la fruta!
Y eso que si come en casa, va con un body y un pantalón de chándal destinado sólo para comer. Se ha vuelto guarrete y yo no sé si no le gusta la fruta. Hemos probado ya un montón de combinaciones posibles, desde las básicas (plátano, manzana, pera y galleta) hasta las más complejas (poniendo ciruela funcionó unos días), quitando plátano, etc. Pero uno ya no sabe qué inventarse para acertar, pues la mayoría de tarde, apenas come. Le interesa más jugar, experimentar y, por ello, me pregunto si debería darle la comida a trocitos pequeños (como si fuese macedonia) y olvidarme ya de los purés en la merienda.
La semana pasada, cansada, probé con un potito ya preparado en la calle y se lo comió mucho mejor. Pero ahora no sé si es porque se encontraba en una granja, con otra gente y distraído a su alrededor, o bien, si le gusta más el puré industrial que la fruta natural recién hecha de casa.
¿Qué opináis? ¿Algún consejo para la merienda?
No sé qué decir, cada bebé es un mundo. A mi hija mayor le daba papillas de fruta y la espurreaba por todas partes, apenas comía. En cambio al pequeño desde los 6 meses que le acerqué un plátano y le pegó un buen bocado, ya no ha parado de comer fruta, le encanta.
ResponderEliminarYo creo que no pierdes nada con probar de darle trozos. Un gajito de mandarina, una rodaja de manzana.. Si no le gusta te lo puedes acabar tu, y pruebas con otra fruta, sin presiones. Sólo vigila que no sean trozos con los que se pueda atragantar, (mejor cortarlos en forma de bastoncitos que de cubos del tamaño de su tráquea) y ya está, sentido común y paciencia con el guarreo ;)
Pues tendré que darle trocitos o bastoncillos como tú dices porque se me está agotando la paciencia y mi imaginación ya no da para más :-) Muchas gracias por tu consejo! A ver qué tal nos va...besos!
ResponderEliminarVikingo sobre los 8-9 meses comenzó a comer todo a trocitos, sigue experimentando pero como mucho mejor las papillas no eran lo suyo. La hora de la merienda para mí es una tortura, la fruta no la puede comer (le están haciendo pruebas de intolerancia a la fructosa) el york le da asco, los yogures no le gustan, en fin que me las veo y me las deseo para conseguir que coma algo. Un besote y suerte!
ResponderEliminarEllos son un espectáculo. Mi bebé y yo prácticamos el baby led weaning, desde los seis meses, te imaginarás un bebé que en su primer intento se le sirve brócoli, arroz, patata y zanahoria como terminó. Desde que ha comenzado la guarde cuesta que coma mas, así que suele cenar lo mismo que nosotros y potitos caseros o comprados, pero la última moda es tirárselos encima, as sillas de mi comedor alguna vez fueron blancas, ya no se sabe de que color son, no las pienso cambiar hasta que tenga diez años, o mas... Traté de implementar lo del plástico en el suelo, porque estaba harta de fregar despues de cada comida, pero fueron tantas las veces que terminé corriendo de la trona a la bañera, ensuciando el resto del piso de la casa, que lo dejé. Lo de la fruta, no sé que decirte, mi niño solo la come entera, de los purés pasa, no sé que tal come sólidos Rosquis o que tanto te arriesgues, pero podrías intentar vigilándolo siempre claro, de darle una fruta blanda como el plátano, o quizás una que pueda coger con las manitos y morder, a mi nene le gustan mucho las parguayas, se las compro maduritas para que estén muy blanditas y se devora hasta dos. Otra opción puede ser el aguacate, ademas de ser super sano, es blando, mi hijo puede comerse uno entero tranquilamente, pero ese es mi hijo, cada bebé y cada mamá es un mundo. Luego me cuentas que tal te ha ido y que has hecho!
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