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martes, 3 de abril de 2018

EL IMAGINARIO DE LOS SENTIMIENTOS DE FÉLIX, UN BUEN CATÁLOGO DE EMOCIONES PARA LA PRIMERA INFANCIA

Desde que nos llegó a casa El Imaginario de los sentimientos de Félix, gracias a Literatura SM, cada día conseguimos leer algunas páginas con Rosquis, que ahora tiene 4 años, e identificamos las emociones y los estados de ánimo por los que pasa Félix, el niño protagonista de la historia.

Se trata de un libro con las tapas duras, hojas resistentes y simpáticos dibujos a todo color, que está ilustrado a base de diferentes viñetas donde conoceremos la vida del pequeño Félix, un niño que debe tener entre 3 y 5 años, a través de sus reacciones, suscitadas ante las diferentes situaciones de su vida cotidiana, de hábitos y rutinas y de pequeñas "aventuras" que rompen con su día a día.

Conoceremos sus estados de ánimo tanto positivos como negativos, sabremos qué es lo que le gusta (papá, mamá, su conejito Pimpón, su mascota de peluche preferida) y aquello de lo que no tiene ganas (lavarse los dientes, etc). Transitaremos por aquellas situaciones que le ponen contento, furioso, orgulloso, decepcionado, celoso, maravillado y curioso, así como descubriremos porqué está triste, aburrido, nervioso, tranquilo, tiene miedo, es feliz, etc.

Es decir, que a través de Félix, los niños podrán ponerse en su lugar en distintos momentos de la vida cotidiana, claramente reconocibles y vividos e identificar en cada una de las diversas situaciones que vive el protagonista, cómo reaccionan y se sienten ellos. Asimismo, también descubrirán los rasgos y acciones que caracterizan cada uno de los estados de ánimo, por ejemplo, estar furioso conlleva a encogerse, poner mala cara, llorar, tirarse al suelo, patalear, etc; o estar contento les conduce a gritar, dar saltos de alegría, no parar de reírse, etc.

Uno de los elementos que más me han interesado, además de las distintas viñetas con las que se ilustra claramente cómo se siente el niño protagonista es que, al final del libro, hay unas preguntas que interpelan directamente a nuestros hijos (¿qué es lo que te pone nervioso?, ¿con quién eres tímido?, ¿qué haces cuándo te aburres?, etc ) para que podamos tener un diálogo con los más pequeños. Así se consigue que la lectura tenga un feedback más allá de la simple anécdota o de los episodios que va narrando sobre Félix y su familia. El lenguaje empleado es sencillo, claro y directo, con frases y vocabulario de uso común, muy inteligible para los niños y niñas de la casa. Todo ello para ayudar a nuestros hijos pequeños a identificar y a poner nombre a aquellos sentimientos, emociones y estados de ánimo que les embargan.

El único inconveniente que le pondría al libro es que representa el modelo de familia tradicional y no contempla las nuevas realidades familiares, como las familias monoparentales -padres que viven con un solo progenitor por causa de divorcio, etc- o las familias con dos padres o dos madres en el núcleo familiar.

A Rosquis le está gustando, empatiza con Félix y con algunas de las situaciones que se explican. Ojalá la lectura diaria sirva para que acabemos de trabajar el compendio de emociones, estados de ánimo y sentimientos que, a menudo, le pueden confundir o abrumar a sus 4 años. Así pues, yo lo recomendaría para mejorar la educación emocional de los peques, a partir de 2-3 hasta 5 años.

Ficha técnica:

El imaginario de los sentimientos de Félix.

Autores: Didier Lévy-Fabrice Turrier.

Págs: 48.


Precio: 12,95 euros.


Literatura SM.






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