DONA PINCHANDO LA IMAGEN DE #SomosLaLeche

DONA PINCHANDO LA IMAGEN DE #SomosLaLeche
#Bloguerasxlalactancia

domingo, 26 de agosto de 2018

EL ESTIGMA DE LA DIVORCIADA

Tengo 40 años y soy madre y mujer divorciada.Y ya sólo con esas credenciales dan por supuesto algunos especímenes del género masculino de que quiero llevar una 'vida loca'. Este post surge a raíz de una conversación con un colega de otro blog de cine (que, por lo visto e intuido quería 'tirarme la caña') a la salida de un pase de prensa.

Por ello, unas cuántas consideraciones al respecto.

De momento, quiero vivir una vida tranquila y relajada junto a mi hijo que es y será el único hombre de mi vida. Tener mis hobbies, mantener o recuperar amistades, estudiar, conseguir un trabajo,estresarme cuando sea necesario. Pero sin necesidad de desenfreno ni de rock and roll. No quiero, no lo necesito. Si me hierve la sangre o no, es mi problema.

Pero no me ayuda que presupongas que, a partir de ahora, quiero darme a esa vida loca. O que, por el simple hecho de estar divorciada soy una cougar (que me gustan los 'yogurines' ) o una milf (mother I love to fuck) , o que me van los hombres y, si son más jóvenes, mejor. O si son mayores, como tú, que puedes tirarme los trastos porqué, pobrecita, 'está sola y es divorciada'. Y si me arreglo, me maquillo un poquito -aunque solo sea pintarme los ojos, las uñas y los labios-lo hago por mí misma, para verme mejor, y no por que quiera seducir a nadie. No te equivoques.

A algunas nos gusta estar bien con nosotras mismas, relajarnos o divertirnos sin necesidad de salir a ligar o tener a un hombre distinto cada noche bajo las sábanas. Y las que quieran esta opción, pues también es absolutamente respetable. Pero no nos juzguéis.

Así que, amigo mío, déjame vivir mi vida como me plazca y no me estigmatices por el mero hecho de ser divorciada.

Y cada un@ con su vida que haga lo que le salga del mismísimo.

Os aseguro que actualmente estoy en un punto de mi vida en que prefiero una sesión de spa o una clase de yoga a un buen 'polvo' , y os lo digo sin tapujos y con total sinceridad.

Así pues, mujeres divorciadas, sí, y a mucha honra. Ni putas ni monjas, y sí luchadoras y fuertes, completas y entregadas, supervivientes y muy lúcidas, ¡benditas madres y mujeres divorciadas!

Y cuándo todos los hombres aprendan a no juzgar a todas las mujeres, seguro que la sociedad avanzará hacia un mundo más igualitario en el que ninguna de nosotras, independientemente de nuestro estado civil y circunstancias personales, tengamos que justificarnos.