DONA PINCHANDO LA IMAGEN DE #SomosLaLeche

DONA PINCHANDO LA IMAGEN DE #SomosLaLeche
#Bloguerasxlalactancia

miércoles, 25 de enero de 2017

BALLERINA OBRA EL MILAGRO

El pasado 27 de diciembre, aprovechando las vacaciones de Navidad y gracias al pase infantil que organizó A Contracorriente Films, pudimos ver el preestreno de Ballerina, una película de animación que se estrena precisamente esta semana. si queréis leer la crítica, os invito a hacerlo en el Faces.



Este post no es para analizar la película sino para explicarlos que el cine obró el milagro con Rosquis. Los que seguís las aventuras de la familia Rosquillas ya debéis saber el carácter movido del peque y también que hemos ido a varias sesiones de Cinema amb Nadons. Pisó una sala de cine por primera vez en Sabadell cuando tenía 7 meses para ver Guardianes de la Galaxia y con 12 y 13 meses fuimos a ver Big Hero 6 y Birdman, pero al ser tan peque no disfrutamos ni los padres ni mucho menos Rosquis. Nosotros sobre todo no disfrutábamos por la serenata que organizaba o el movimiento que tenía cuando ya comenzaba a caminar. Por suerte, estas sesiones son especiales y ya se hacen cargo de que los bebés lloran, enredan, comen, duermen y se mueven, etc. Pero lo que se dice al cine normal no habíamos vuelto hasta que Rosquis tuvo 2 años en que Barcelona Colours nos invitó al preestreno de El niño y el mundo. ¿Sabéis cuánto duró en la sala? Pues menos que canta un gallo, a los 10 minutos se salieron Papá Rosquillas y él y tuve que quedarme para acabarla de ver, pues tenía que aprovechar y hacer la crítica para el Faces.

Cuando me llegó la invitación de Ballerina temblé. Además, previamente, me había comentado la existencia del pase, Dácil, de Blog de Una Madre Desperada, que también fue con sus peques, en Madrid, en su caso. Por un lado, yo tenía ganas de volver a probar otra sesión de cine, por otro, me ponía nerviosa con la sola idea de pensar que iba a aguantar muy poco sentado viendo la peli. Unos días antes le puse el tráiler en la tablet, una promo que dura menos de 2 minutos y apenas se quedó quieto para mirarlo. "Mal vamos", pensé.

Pero aún así, me arriesgué y confirmé la asistencia. Rosquis tenía casi 3 años, edad óptima para empezar la experiencia cinematográfica y se tenía que volver a probar, ¿verdad? Antes de entrar a la sala del Verdi Park le comenté a la periodista de prensa que pasaba lista que me daba la impresión que volvería a quedarme sola a ver la cinta, de nuevo. Ella me respondió que seguro que no, que cuándo comenzara se quedaría "enganchado".

Si no lo veo no lo creo, cómo de quieto y formal que se estuvo cuando apagaron las luces y comenzó la proyección. "Oh my God!", ¿Cómo una bailarina y su amiguito habían obrado semejante milagro? Estaba con la boca abierta e incluso a veces se reía o gritaba algo que le llamaba la atención...Y siguió quieto en su butaca durante 1 hora...A la hora, se le cayó el agua al suelo y ahí comenzó el desmadre, bajándose del asiento, diciendo que quería irse...Así que para no molestar al resto de periodistas y de padres con niños, Papá Rosquillas y Rosquis abandonaron la sala sin ver el tramo final...Los últimos 25 minutos fueron sólo para mamá, ejerciendo ya de crítica y no de madre, como la vez anterior.

Aunque cada vez que ve anunciada la película en la televisión, durante el Club Súper 3, grita entusiasmado, así que deduzco que lo que vio le gustó y que podríamos repetir sesión de cine en un futuro no muy lejano.

¿Cómo fueron vuestras primeras experiencias en cine con los peques?

lunes, 16 de enero de 2017

ROSQUIS CUMPLE TRES AÑOS INMERSOS EN LA VORÁGINE DE LA RUTINA



Rosquis cumplió 3 años hace ya 9 días y apenas he tenido tiempo de sentarme a escribirle unas líneas, a causa de la vorágine de la rutina diaria en la que vivimos inmiscuidos. Los días se hacen largos, las noches cortas, las jornadas pasan lentamente y los años vuelan.

Cuando miro la foto de Rosquis recién nacido, tan gordito, saludando con su manitas como si bailara y le veo ahora, tan delgadito, inquieto y traviseo, me parece mentira que hayan pasado 3 años. Por otra parte, me doy cuenta de que estos 3 años han sido los más intensos de mi vida.

Leí recientemente que una madre se ve sometida durante una sola jornada a un entrenamiento comparable a los que hacen los militares, tanto a nivel físico como emocional. Son tantos retos, tantas obligaciones, tantas carreras, tantos asuntos por solucionar día tras día, mes tras mes, año tras año , que es normal que acabemos agotadas, con las energías por los suelos. Pero ahí está una jornada tras otra para que vayamos resurgiendo cuál Ave Fénix a cada paso, cada risa, cada travesura, cada inconveniente, cada alegría de nuestros peques.

Y es que en 3 años han pasado tantas y tantas....de buenas y de malas, de risas y de llantos, de agobios y de relax -aunque de esto último más bien poco, con un niño tan intenso como Rosquis- que, cuando giro la vista atrás, me parece extraño que hayamos llegado hasta el día de hoy, con la cabeza bien alta, algunas contracturas y dolores de más, muchos desvelos y otras cuántas legañas, y tantos y tantos sueños y retos por realizar aún.

Rosquis aún no habla claro -aunque cada vez va adquiriendo más competencias lingüísticas y ampliando su vocabulario-, toma teta, no ha abandonado el pañal...Siempre le hemos respetado sus ritmos y no le hemos impuesto nada. Cuando quiso dejar las tomas nocturnas y de siesta de teta con 25 meses, lo hizo. Cuando abandonó el bibe con 18 meses, también y sin problemas (pues durante algún tiempo hicimos lactancia mixta). No hemos completado la "operación pañal", aunque sí es cierto que a veces pide sentarse en el orinal y hace pipi (la caca aún no ha hecho nunca)...Ya resulta bastante vertiginosa la vida diaria como para forzar y estresar a que haga lo que no quiere o para lo que no se siente aún preparado....

Y lo más importante que pienso es que esta maternidad ha sido lo más emocionante de mi vida. Una montaña rusa de la que una no se puede apear y, si me he mareado en bastantes ocasiones, he tomado aliento, bebido agua y seguido adelante. Y como dice el refranero popular catalán: "Qui dia passa, any empeny!".

¿Tenéis a menudo pensamientos como estos míos sobre vuestra maternidad? ¡Contadme, si queréis! ¡Gracias!