MARIA LUISA FERRERÓS NOS CUENTA CÓMO FORTALECER EL VÍNCULO Y POTENCIAR LA AUTOESTIMA EN GYMBOREE SARRIÀ

Ayer tarde, Rosquis, yayo Rosquillas y yo nos fuimos a Gymboree Sarrià, un espacio lúdico infantil donde se celebraba una charla con un tema muy interesante: Cómo crear vínculo y potenciar la autoestima de nuestros peques. La charla corría a cargo de la psicóloga María Luisa Ferrerós, autora de numerosos libros tales como Abrázame mamá (que pronto leeré y os reseñaré en el blog), Adiós al pañal (un tema que también me interesa mucho, dicho sea de paso); Baby play (sobre el uso de las tecnologías en la etapa infantil) y Pórtate bien, entre otros títulos.  

Uno de los aspectos principales que se abordaron fue cómo elabora el niño su identidad, a través de la potenciación de su autoestima. Con 3 años, un peque, como Rosquis, se encuentra inmerso en la "pequeña adolescencia". Y ¿cómo piensa y actúa un pequeño adolescente? Me opongo a todo para descubrir cómo soy yo realmente y lo que me gusta y lo que no, para ser autónomo. Así pues, va definiendo su personalidad como oposición.

El niño incorpora lo que escucha en su entorno y lo que observa y lo va integrando como parte de su personalidad e identidad, los padres somos el espejo en que se mira y en quienes se construye su autoestima. Por eso, si no queremos que grite ni pegue, no debemos pegarle ni gritarle ni tampoco ponerle etiquetas como "eres muy malo", "eres movido", "eres tímido", "eres un desordenado" o "un vago". Así pues, las características de nuestros hijos de por sí no son ni buenas ni malas, son buenas o malas según como las gestionamos. Es tarea de los padres ayudar a nuestros hijos a que integren sus características, para que les saquen partido positivo, sin etiquetarlos ni compararlos con los demás niños. Además, el exceso de etiquetas negativas en un niño le genera rabia.

Así pues, cuando un niño se porta mal hemos de decir "tu comportamiento no es correcto" y evitar frases del tipo: "eres malo" o "lo haces mal". El niño en su primera infancia está aprendiendo, todavía no sabe las normas sociales y aprende de los errores. 

Un peque hasta 6 años está en formación de su personalidad, que ha de aprender a gestionar con ayuda de sus padres y de su entorno (familiar, escolar). Además, los niños entienden más por lo subliminal, por lo que no se expresa de manera no-verbal, que por las palabras mismas.

¿Qué se debe hacer para subir la autoestima a un niño? Como padres le hemos de dar responsabilidades de acorde a su edad y capacidades: es un "yo confío en tí y vamos a hacer juntos tal actividad- cocinar, recoger, etc-" Y siempre demostrarle confianza.

Padres "helicóptero", hijos sobreprotegidos 

Cuando la madre o el padre sobreprotege a sus hijos el mensaje que le está dando es "no confío en tí", se denominan madres y padres helicóptero. Se crean "niños de cristal", porque evitan que sufran y lo pasen mal. Darles lo mejor no es llenarles de objetos y de atenciones, sino hacerles ve que se han de ganar las cosas.

Cuando son peques hay que frustrarles un poco cada día, no se pueden acostumbrar a escoger todo, a tenerlo todo porque luego llegan a la adolescencia, se frustran y tienen depresiones. Los padres, a menudo, les "damos todo" porque somos nosotros los que  tenemos miedo de que se frustren y por eso les compramos un iPhone con 9 años o les llevamos a Eurodisney porque todos sus amiguitos del cole han ido, por poner dos ejemplos.

Cuando ya no le puedas comprar todo, si no le educas en que hay que aceptar lo que hay y dosificarles para que asuman la realidad y desarrollen estrategias que les permitan adaptarse a las situaciones reales, existe un problema.

No hay que tener miedo a ejercer de padres. No somos sólo amigos, colegas ni monitores de tiempo libre. Sino que los padres hemos de ser responsables de nuestros hijos y hacer lo que les conviene, lo que a ellos les es bueno, aunque no les apetezca.

Y entonces, la Dra.Ferrerós nos lo ilustró con la metáfora del avión: Si viajásemos en un avión, los padres seríamos los pilotos de la nave. Y nunca el comandante habla con pasajeros, sino que dirige la hoja de ruta y cuando hay turbulencias están allí para solventarlas. Así pues, que los peques miren a los papás porque somos los que controlamos la situación, que un niño sepa que se puede apoyar en sus padres, y también que ambos padres "vayan a una" para dar imagen de seguridad.

Asimismo, los niños se han de aburrir para desarrollar su imaginación, la creatividad, etc. Los niños han de tener su infancia y ver pelis que sean adecuadas a su edad.

¿Cómo afrontar una rabieta?  El juego y la responsabilidad

María Luisa Ferrrerós también nos dio tips para afrontar las rabietas y pataletas. Siempre hay que contener a un niño en una pataleta. Mamá y papá saben, por lo tanto, los padres no hemos de descontrolarnos, sinó tranquilizarles. Sobre 19h de la tarde es la hora al límite de sus fuerzas, por lo tanto, mejor adelantarles la cena y esperar luego a darles el baño y a acostarlos. Si estamos muy nerviosos, siempre pedir ayuda, pues si nos tensamos los niños se tensan más. Si tienen ganas de pegar buscarles una alternativa positiva: pelea de almohadas, etc. Y siempre hay que verbalizar qué les pasa.

Los niños no aprenden a jugar solos, debemos primero sentarnos como padres a jugar con ellos para que luego ellos jueguen. A los 7 años es la edad en que ya entienden qué es una norma para jugar. Su capacidad mental hace que ya sepan qué es jugar por turnos, conozcan las normas y controlen el tiempo y el espacio.

A partir de los 4 años debemos responsabilizar a nuestros hijos en lo que hacemos, en tareas domésticas, y hacer que sean responsables de sus propios actos.

En definitiva, que cómo podéis leer, la charla dio para muchos y muy variados temas sobre cómo educar a nuestros hijos, potenciando sus capacidades, su autoestima y su sentido de la responsabilidad.

Mientras atendíamos a la charla, mi peque Rosquis jugaba y se lo "pasaba pipa" en la sala con otros niños. Gymboree es un espacio lúdico infantil, enclavado en el distrito de Sarrià de Barcelona, con distintos juegos para desarrollar la psicomotrocidad de los más peques y hay distintos niveles de juegos y de dificultad, en concreto 7, que abarcan desde la etapa de bebés hasta los niños de 5 años. 

¿Qué os ha parecido? Nos gustaría saber vuestra opinión. ¡Gracias!

Foto 2 gentileza de Montse, de Mis chicos y yo, gracias a la cuál pude asistir a tan interesante jornada vespertina.