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jueves, 24 de noviembre de 2016

PROBLEMAS CON LA ALIMENTACIÓN: LAS TAPAS DE ROSQUIS

Vuelvo a retomar el blog con un post de preocupación y de desahogo, de esos que nos viene tan bien a las madres para poner sobre la mesa cuestiones que quizás les han pasado o les pasan también a otros peques.

Mi Rosquis, ya sabéis que siempre ha sido un peque delgadito, excepto cuando nació que era un bebé gordito y, por ello, se le quedó este apodo de Rosquis (Rosquillas).

Nunca se ha caracterizado por comer muy bien, pero sí comía de todo y variado y, aunque no "limpiaba" los platos (puesto que nunca le hemos obligado a terminárselo todo), sí que era capaz de comerse unas buenas cantidades de verdura, sopa, carne, tortilla, etc (el pescado siempre ha sido nuestro caballo de batalla y se lo tenía que disfrazar para que se lo comiera un poquito).

Con el inicio del curso en la guarde vinieron los temidos virus (resfriados, fiebres y gastroenteritis) y comenzó a comer muy poco lo que, por otra parte es lo habitual cuando se padecen estos procesos catarrales y estomacales. Pero, al cabo de un mes, le noté una pérdida de peso algo alarmante y lo llevé a la pediatra.

Después de pasar el último resfriado y coincidiendo con sus 34 meses, Rosquis empezó además a "tapear", es decir, que no aceptaba las comidas que antes le gustaban, empezó a rechazar los primeros platos (ni sopas ni verduras) y a comer muy caprichoso y desordenado: Unos cuántos garbanzos por aquí, que unos trozos de jamón o unas bolitas de hamburguesa, algunas croquetas o huevo duro por allá....Y a sustituir las frutas por los zumos azucarados, o como mucho, plátanos.

Casa Rosquillas se ha convertido en dos escenarios a la hora de comer:

-En un "ring de lucha" continua: Si queremos que coma variado y como antes, volviendo a aceptar los platos que solíamos comer o cenar.

-En un buffet libre: Al resignarme y no querer amargarme ni convertir cada comida en una batalla campal de gritos y lanzamiento indiscriminado de alimentos al suelo, le ofrezco los platos que sé que más le gustan, eso sí, sacándole primero lo que toca ese día. Y si, después de intentarlo, no quiere comérselo, pasar a aquellos "alimentos estrella" que sé que no fallan y de los que comerá algo, aunque sea en cantidades de "tapas".

Sé que no es la situación ideal, que la casa no ha de convertirse en un restaurante pero sino, la única alternativa que contemplo es comenzarle a dejar a comer en la guardería. Me preocupa tanto que esté bajo de peso como que no tenga una alimentación variada ni equilibrada, así como las batallitas que vivimos cuatro veces al día siete días a la semana.

¿Qué haríais en mi lugar? ¿Creéis que el comedor escolar puede ser la solución a nuestros problemas con la comida?

5 comentarios:

  1. Es una situación muy difícil, porque desespera mucho lo de las comidas, sobre todo cuando empiezas a ver que tiene consecuencias en el niño, como lo de la pérdida de peso. Mi hijo pequeño pasa etapas así, que picotea mucho, pero no come realmente. Luego se le pasa y come con normalidad. Yo no he llegado a verle una pérdida de peso alarmante, así que no he tenido que tomar medidas serias. Cuando está malito y se le retira el apetito, hago como tú: le cocino sus platos favoritos. El resto del tiempo, hay lo que hay: no le obligo a comer, pero no le hago otra cosa. Pero, claro, en tu situación, perdiendo peso, haría lo mismo.
    Lo de la guarde depende de los niños. Por lo que tengo visto, comen mejor. Mi hijo mayor no comía nada de fruta hasta que empezó en el comedor escolar y ahora la toma con normalidad y le gusta. Allí incluso prueba platos que en casa se niega a tomar, así que le ha venido bien.
    Yo creo que podrías probar lo de la guarde y, si no funciona, pues le vuelves a sacar. Claro que tendrás que tener paciencia y esperar un poco, que ya sabes que los niños tardan en acostumbrarse a los cambios.
    También te recomendaría que te aseguraras cómo funciona el comedor de la guarde para ver si les presionan mucho con las comidas, cómo les cuidan, etc. En el cole de mis hijos dejan a los padres comer allí para que vean cómo funciona.
    Perdona el tostón, pero sé que es un tema que te preocupa y yo he pasado fases de desesperación como la tuya, así que sé lo que es. Ánimo!

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  2. Has probado a darle a elegir entre dos opciones que tú previamente hayas dispuesto?
    Yo lo hago con mi hijo y las verduras que no le gustan demasiado: zanahoria, berenjena y judías.
    Hago de las tres, y le digo que elija una. Así no hay "ring de la lucha" ni mal humor, la decisión la dejo en sus manos y es más fácil.
    Espero que te haya servido.

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  3. Es complicado y yo no te puedo aconsejar, a día de hoy aun me encuentro preparando platos diferentes. Tengo 2 bastante raritos para comer y una que come de todo. Paciencia y poco a poco lo raro es que si antes comía bien haya dejado de hacerlo...Igual pasa una etapa. Yo lo que pienso es que mienras coma de todos los grupos de alimentos es importante . Si no le gustan las espinacas cocidas pero le gustan con bechamel, alla voy, si no quiere pescado pero croqueta que lo incluya.. Así voy..así que poco puedo decirte al respecto...Los mios si pongo algún plato muy seguido se cansan, una solo come verduras en pure..Buff Besitos

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  4. Buuuf Cada caso es un mundo. Conozco a una chica que se pasó años comiendo sopa y pollo porque era lo único que comía y el pediatra le había dicho que algo era algo. Claro que fue en mi niñez y ahora las cosas han cambiado mucho. ¿Qué te ha dicho tu pediatra? ¿Hay nutricionistas infantiles? ¿A lo mejor podrías probar con algún complemento de herbolario o farmacia? No sé que decirte. Daniel tiene el problema contrario. Estamos preocupados porque se zamparía la mesa si le dejáramos y el pequeño come muuuuy despacio, pero come. Ainsss. Ya nos contarás como va Rosquis.

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  5. ¡Hola Sonia! Muchísimas gracias por la postal, ¡me ha encantado!

    Vaya con Rosquis, supongo que será una etapa. BB (21 meses) lleva unos días que come bastante poco y el queso, que le encantaba, se lo da a los perros.

    Estoy haciendo un master en Nutrición (bueno, estoy haciendo... aparcado lo tengo últimamente...) y soy monitora de BLW. Mi opinión es dejar sólo comida sana a su alcance y de esa que coma lo que quiera. Si está dentro de percentiles no es preocupante, porque está tan sano el niño del 3 como el del 97, aunque es lógico que cualquier padre se preocupe por esto.

    En el comedor del cole, salvo que lo obliguen (que como bien sabes no es bueno), van a ser tres cuartas de lo mismo. Yo dejaría que comiera de lo que quisiera (dentro de una variedad sana) hasta que decidiera empezar otra vez.

    Un beso y me ha encantado conocerte.

    Eva

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