Pues bien, hace unos días llegué a ese pozo sin fondo y me sentía a morir. Se juntó, además, con mucha tensión acumulada, debida a temas familiares, personas tóxicas que me estaban ahogando y haciendo la vida imposible y me sentía tan mal que no tenía ganas de hacer nada, aunque me refugiaba en mi trabajo, blogs, etc. Algunos días lloraba por las esquinas, escondida en el baño, sin motivo aparente.
Se lo comenté a unas amigas y me propuesieron visitar a un psicólogo. Y me lo estaba planteando cuando apareció alguien en mi vida que estaba viviendo unas circuntancias parecidas a las mías, y resultó mi "ángel" salvador. Empezamos a hablar por RRSS y, desde ese momento, sé que cuándo estoy "de bajón" está allí y que ambas podemos hablar de nuestras experiencias, darnos ánimos y consejos. Y por eso, la razón de este post. Me siento feliz de poder contar con esta persona con la que compartimos experiencias y una "amistad" a distancia. Me ha hecho pensar en la importancia de la comunicación y de tener a alguien "al otro lado" en "escucha activa", al que le pasan cosas similares a tí, con la que poder ser tú misma y abrirte, sin miedos, con el corazón en la mano. Y he de decir que esta semana, aunque mis circunstancias no han cambiado, sí que lo ha hecho el prisma con el que miro y me enfrento a los acontecimientos y que, tras las nubes negras y la tormenta, ha salido el arco iris y el sol.
¿A vosotr@s también os ha pasado? ¿Cómo lo conseguistéis mejorar/solucionar?
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