Esta semana en Papas Blogueros nos proponen hablar de nuestros arrepentimientos. ¿De qué me arrepiento yo? Pues de bastantes cosas, como el común de los mortales, vivir sin culpas ni arrepentimientos es un poquito complicado. Como la lista podría ser un poco larga y resultar bastante rollo, voy a centrarme en tres:
-#Arrepentimiento1: No tener la paciencia suficiente: No soy una mujer paciente, no lo era ni de niña, ni de soltera ni de casada y ahora ser mamá me está poniendo a prueba diariamente la paciencia con mil y una situaciones cotidianas: Desde tener paciencia para que coma, para que lleguemos bien a la guarde; para recoger, una vez, más las cosas que tira al suelo; para ordenar; para no perder los nervios...La paciencia a veces se pierde por un mal día, por estrés o por cansancio, pero se puede adiestrar intentando ponerle al día una sonrisa, vengan o no cruzadas las situaciones. La paciencia...¡Dichosa virtud que tanto debemos cultivar y que tan rápido cuesta de perder!
-#Arrepentimiento2: No vivir con toda la intensidad el presente: Se tiende a recordar más el pasado (lo que hicimos el fin de semana, aquella salida en familia o con amigos) o el futuro (porque sí, ya están las vacaciones a la vuelta de la esquina y todo huele a veranito!), pero hay que practicar más el "carpe diem" y vivir con intensidad la cotidianidad. Me arrepiento de vivir más a caballo entre el pasado y el presente que en el "ahora" la mayoría de veces. No sé porque ocurre, pero es así, y me arrepiento de ello. Es complicado, pues tiendo a revivir o anticipar y no me doy cuenta de la calidad del "aquí y ahora". No sé si también os debe pasar...
-#Arrepentimiento3: Me arrepiento de no haber tenido un hijo más joven,cuando digo joven tampoco me refiero a tenerlo con 20 años, en época de estudiante o con mis primeros trabajos. Aunque me hubiese gustado tener a Rosquis con 30 años, al poco de casarme, pero con mi endometriosis no fue posible...Y me arrepiento de no ser una madre más joven,con más aguante y energía y que malhumora menos, que se ríe más de lo que debería y sí,de nuevo,tiene más paciencia que la que acostumbro ("es una pescadilla que se muerde la cola").
Me ha encantado encontrar esta frase en la imagen, que da bastante que pensar acerca del tema "arrepetimientos".
Habría que arrepentirse de arrepentirse de algún momento o situación, aprender de ello y seguir adelante ¿no creéis?
Los peques ponen a prueba nuestra paciencia a dario. No te martirices por eso. Seguro que eres una madre estupenda. ¡Un besote!
ResponderEliminar¡Uy! Yo tengo la paciencia agotadísima últimamente, y no sólo por el peque, por temas familiares en general. Gracias por los ánimos, Marta! :) Besitos!
Eliminar