Ayer celebramos el Día de la Madre y, como manda la tradición, pasamos el día la Familia Rosquillas haciendo algún plan que nos gustara a todos, ya que es un día muy especial, no sólo por su significado, sino porque 3 años atrás me llevé una alegría tremenda: El 1 de mayo me hice mi primer y único test de embarazo y supe, con certeza, que estaba esperando a Rosquis. Ayer empecé el día con sorpresa inesperada, pero muy distinta: Rosquis y Papá Rosquillas me hicieron un regalito: Unos bonitos pendientes de ámbar.
Tras desayunar cogimos el coche y nos fuimos a pasar el día fuera (bueno, en realidad fue sólo la mañana y el mediodía). Estuvimos en el parc Francesc Macià, de Malgrat de Mar, un bonito y enorme parque en el Maresme Nord, que destaca ya por su entrada como si un castillo una vez dentro y ya en el interior por estar salpicado por originales esculturas de flores, setas, una casita de chocolate, croissants, tartas, lápices, gomas de borrar, etc Además de los tradicionales columpios, toboganes, caballitos, etc. Se divide en varias área de juego y hay zona de recreo y de picnic. Como era domingo estaba bastante lleno de familias. Rosquis se lo pasó entupendamente allí, era la segunda vez que lo vsisitaba, pero la primera había muy poca gente y no tenemos tan buen recuerdo.
A la hora de comer, nos decidimos por un restaurante de la zona (otro día nos llevamos picnic seguro, ahora que hace buen tiempo). Acabamos en una masia, donde había varios menús festivos. Para Rosquis fuimos sobre seguro con el plato de macarrones a la boloñesa, que se comió con gran apetito y aún tuvo ganas de comer un poco de nuestros segundos y de coger alguna cucharada de la tarta de tiramisú de postre. Fue una comida agradable y sin incidentes destacados. De las veces que estuvo más contento y tranquilo en un restaurante.
Pero al coger el coche, al poco de ir montado se quedó dormido y pensamos: "¡Ya estamos salvados de camino!". Nada más lejos de la realidad, al cabo de un rato se despertó y de muy mal humor, con una rabieta tremenda, de lloros y gritos. Nada le calmaba: Ni beber agua, ni el cantajuegos, ni los juguetes del coche. Así que decidimos poner rumbo a casa antes de lo previsto y pasar ya la tarde en Barcelona. Fin de fiesta un poco abrupto, debido a las circunstancias o a nuestra mala gestión de la situación en ese momento.
Y de nuevo, pude percatarme que, a veces, los recursos como padres no son ilimitados y que la paciencia se nos se termina incluso antes que al resto de los mortales, aunque hagamos acopio de ella. No obstante, cuando pienso en la jornada de ayer, intento quedarme con lo bueno, que es lo que ha de nutrir siempre los recuerdos de las fechas especiales.
¿Cómo fue vuestro Día de la Madre? ¿Alguna anécdota o contratiempo?
Eso es con lo que te tienes que quedar Sonia, con lo bueno. Esos momentos son los que cuentan al final, lo demás son anécdotas que se olvidan con el tiempo.
ResponderEliminarUn besote.
Sí, supongo que ese ha de ser el espíritu, quedarse siempre con el lado bueno de las cosas y ser positivo. Besitos!
EliminarSoniaaaa q plan más chuliii!!! Claro que siii hay que quedarse con lo bueno, de hecho es lo que hacen los peques. Y para ellos las experiencias son lo mejooor!!! Un besoteee
ResponderEliminarSi ellos se quedan con lo bueno, ¿por qué los adultos no lo hacemos y somos tan complicados? Hay que ser optimista. Besitos!
EliminarMe encanta el plan y aunque terminase antes de lo esperado lo pasasteis fenomenal! Y qué bien comió Rosquis! Me alegro de que fuese un día especial 😘
ResponderEliminarSí, eso sí, comió de fábula,es que los macarrones son una apuesta segura,jeje. Yo tb estoy contenta.Besitos!
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